Desde el siglo XIX Félix Varela ya había nombrado a la entonces Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud, como la Siberia de Cuba. José Martí permaneció en este territorio por la causa de infidencia política desde el 13 de octubre y hasta el 18 de diciembre de 1870. Con la irrupción al poder del presidente Gerardo Machado se retoma el odiado destino de la ínsula-penal, mediante la construcción del Presidio Modelo, luego renombrado en la década del 40, Reclusorio Nacional para Hombres de Isla de Pinos. También se replicaría el uso de la instalación carcelaria, desde el año 1931, para reprimir las ideas revolucionarias discordantes con el proyecto político del grupo en el poder.