En Santa Clara, la crecida de los ríos no es solo un fenómeno natural: es una advertencia que se repite con cada temporada de lluvias, cada aguacero que arrastra más que agua. La acumulación de sedimentos, el vertido directo de residuos sin tratamiento y la vulnerabilidad de las zonas bajas configuran un escenario donde el río se convierte en espejo de nuestras omisiones. Un equipo de nuestro proyecto de comunicación está en Villa Clara y comparte con nosotros las opiniones que siguen a continuación.