Tendencias demográficas, conflictos armados, desastres naturales, insuficiencias estructurales del desarrollo, desigualdades de las economías nacionales, condiciones de pobreza de amplios sectores, inequidades de un orden mundial injusto y depredador, falta de oportunidades laborales y, en general, el abismo creciente entre pobreza y riqueza, estimulan la movilidad de los seres humanos.