En esta obra de infinito amor participaron el Fondo de Bienes Culturales de la provincia, la Empresa de Automatización Integral (CEDAI) y otras empresas e instituciones del territorio.
Las instalaciones beneficiarán a 23 niños autistas. El dormitorio cuenta con camas, ventiladores, pinturas de los artistas villaclareños, mientras el salón de clases tiene juguetes e imágenes de los animados cubanos, todos donados por los miembros del Fondo de Bienes Culturales.
Colina Rodríguez felicitó a los creadores por la sensibilidad y el amor que le imprimieron y exhortó a las autoridades de Educación a que en cada aula villaclareña se exhiban los dibujos animados y se practiquen los juegos que nos identifican como cubanos.