Desde el triunfo de la Revolución en 1959, la legislación laboral cubana ha ostentado una clara vocación protectora hacia las personas trabajadoras, lo cual puede reconocerse en las primeras normas promulgadas y, de manera más estructurada, en el primer Código de Trabajo, Ley núm. 49, de 28 de diciembre de 1984, vigente desde julio de 1985. En este cuerpo normativo ya se encontraban definidos los principios fundamentales del derecho laboral cubano, que, al igual que en el actual Código de Trabajo —Ley núm. 116 de 2013, en vigor desde 2014—, se expresaban como principios y derechos de manera conjunta. Tanto en una como en otra norma se reflejaba, en cada institución y capítulo, su carácter protector, así como, de forma muy significativa, su rango constitucional al estar declarados en la Ley Suprema de la República.