El derecho de soñar se despide. Al margen de los niveles de involucramiento de las audiencias con las líneas argumentales, los conflictos y los desenlaces, y de más de un intento por reescribirlas a gusto de cada cual, la telenovela escrita por Ángel Luis Martínez y Alberto Luberta Martínez, y codirigida por este último, junto a Ernesto Fiallo, consiguió colocar, a poco más de un siglo de su temprano estreno en la Isla, la jerarquía de la radio en nuestro tejido cultural.