“Venezuela es un país que impresiona, desde que llegas, sientes a Cuba cerca, pero adviertes que hay algo nuevo por descubrir, este país regala imágenes impresionantes, gente descomunal y la oportunidad de contar para más de 100 emisoras cubanas las historias que se viven aquí es impresionante. Estuve en más de 20 Estados de esta nación, me enorgullece haber conocido a los colaboradores cubanos y sus pacientes, escuchar testimonios que llegan y te sacan las lágrimas, como la del niño Ezequiel, que gracias a un médico cubano pudo caminar, hablar, compartir con su familia, siendo síndrome de Down, autista; también conocí la historia de ancianos que salvaron una extremidad gracias al medicamento cubano HEBERTPRO-P, por el programa de atención a diabéticos”.

Alfredito, como lo conocemos sus amigos, colegas y familiares, camagüeyano de nacimiento y villaclareño por adopción, es el director de la emisora Radio Sagua. Formado como Licenciado en Periodismo en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, confiesa que esta, su primera misión internacionalista lo ha marcado para siempre como profesional y como ser humano. 

“Vi personas que viven y trabajan en difíciles condiciones en Estados más alejados, de difícil acceso, como Delta Amacuro, Zulia, Bolívar, zonas fronterizas donde hay brigadas médicas cubanas, y cuando recorres esos kilómetros, y hay curvas, abismos, selvas, ríos a veces crecidos y puentes precarios para trasladarse, y te sobrecoges cuando ves que esos cubanos te estaban esperando para contarte sus historias y compartir contigo lo poco que tienen allí”, confiesa emocionado.

Alfredo lleva a esta tierra en su corazón, porque “aquí hice nuevas amistades, conformamos un equipo de prensa que trabajó muy unido, eso hizo este tiempo lejos de la familia más llevadero, aquí me adapté a nuevas formas de hacer radio, me llevo también en las pupilas bellas imágenes como las de la ciudad de Caracas, con su majestuosidad y sus grandes monumentos, he recorrido los mismos lugares que visitó Martí y en los que estuvo Fidel cuando vino a inicios de la Revolución, también recorrimos la ruta martiana desde La Guaira hasta Caracas, tal y como lo hizo el Apóstol por vez primera cuando vino a Venezuela y recorrió esos caminos hechos por los aborígenes. Yo estoy acostumbrado a zonas llanas en Cuba como Camagüey y Villa Clara, y Caracas es lo contrario, es una ciudad rodeada de montañas, me llevo esas imágenes en fotos digitales y en mi mente muy grabadas”, dice con nostalgia.

Por eso hoy agradece la oportunidad de haber podido contar historias a través de la radio, un medio que le apasiona, y explica que en su labor en este país aprovechó también las bondades de los géneros periodísticos en los que incursionó con preferencia en estos más de doce meses: la entrevista y el reportaje. 

“Me llevo la posibilidad de haber contado esas historias y trabajar para Radio Rebelde, una emisora que siempre he admirado, y que aquí fue mi planta matriz, también con Radio Reloj, una escuela de redacción y el desafío de colaborar para otras emisoras como Radio Habana Cuba y Radio Progreso, lo cual te obliga a esforzarte para hacer productos comunicativos de calidad”, puntualiza. 

Alfredo vivió en Venezuela momentos difíciles y enaltecedores que narró con su voz y con su sensibilidad este joven profesional cubano.

“Me tocó vivir aquí el final de la pandemia, el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, el accidente del Hotel Sataroga en La Habana y constaté la solidaridad de los cubanos y de los venezolanos en esos acontecimientos muy difíciles y tristes, en este país se reunieron materiales para ayudar a Cuba, pero también durante este tiempo conocí colaboradores que trabajan en una isla del lago Maracaibo, donde hay corriente en pocas horas del día y aún así, nos atendieron con amor e hicieron nuestra estancia agradable allí; y nosotros encantados de conocerlos y compartir con ellos. En estos más de doce meses he visto parques nacionales, selvas, desiertos, montañas, así que me llevo de Venezuela amor, gratitud y muchas cosas por contar todavía”.

Por eso, hoy, Alfredo García Pimentel no duda en afirmar una idea que lo custodia a su regreso a Cuba:

“Cuba y Venezuela son una sola bandera, dos pueblos hermanos, más allá de la identificación de sus pueblos y gobiernos, que sus Revoluciones se parezcan, que sus líderes están siempre contando el uno con el otro para avanzar en el camino del socialismo y beneficiar al pueblo, sino también porque nuestra cultura es muy parecida, el alma cubana es el alma venezolana, Venezuela está en Cuba como Cuba está en Venezuela, los venezolanos piensan en el bienestar de Cuba y los cubanos hacemos también por el bienestar de Venezuela, ese es mi mensaje, Cuba y Venezuela son una sola bandera”.