En declaraciones a Granma, José Lorenzo García, delegado del Ministerio del Transporte en la central provincia, explicó que el accidente afectó al cabús y a dos de las 11 cisternas haladas por la máquina.
Gracias a la rápida actuación, añadió, fue posible sellar un pequeño orificio en una de esas cisternas, por el cual comenzaba a derramarse el crudo, y evitar así pérdidas de ese recurso, imprescindible en el contexto actual de la economía cubana.
Por ello, se decidió mover por carretera, desde Santiago de Cuba, un equipo diseñado para la extracción del petróleo, en tanto, procedente de Matanzas, avanzó hacia el lugar del accidente la técnica de auxilio con que se cuenta en estos casos, para retirar de la vía los trucks que aún permanecían sobre ella.
El descarrilamiento, cuyas causas son investigadas, dañó alrededor de 300 metros de vía, razón por la cual fue necesario emplear ramales alternativos, con el propósito de garantizar la circulación nacional (Siguaney en dirección Oeste, y Guayos rumbo al Oriente cubano), tal como sucedió, sin dificultad alguna y con la correspondiente precaución, el sábado en la noche.
En integrada cooperación, llegaron también hasta la zona medios del sector de la construcción, para facilitar el acceso de equipos de transporte, a fin de resolver cuanto antes la situación.
Como suele ocurrir en tales circunstancias, rápidamente se presentaron en el lugar las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia de Sancti Spíritus y del municipio de Taguasco, directivos del Transporte, representantes del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, entre otros organismos e instituciones del territorio.
