“Si esto concuerda con la realidad, entonces es una escalada. Una escalada grave que contradice de la manera más seria los intentos hacia una solución pacífica que actualmente se están llevando a cabo”, afirmó el vocero.
Peskov señaló que Moscú observa que Europa no se esfuerza en promover la paz en el conflicto ucraniano, sino que se dedica a intentar ejercer una mayor presión sobre Rusia.
“Todavía sueñan con que pueden lograr algo de Rusia mediante la presión y no mediante la voluntad de escuchar las preocupaciones del país”, dijo.
El lunes, el jefe del Gobierno de Alemania, Friedrich Merz, declaró que “ya no hay restricciones de alcance para las armas suministradas a Ucrania” por parte del Reino Unido, Francia, Alemania y EE.UU., explicando que ello significa que Kiev podrá atacar posiciones militares en el interior de Rusia.
Luego, indicó que la decisión se tomó “hace varios meses”.
Paralelamente, Moscú acusó este martes a Kiev de intensificar los bombardeos con el objetivo de perturbar las conversaciones de paz y afirmó que los últimos ataques contra Ucrania fueron una respuesta a los ataques de drones ucranianos en territorio ruso, con más de 1 465 drones desde el 20 de mayo.
Los esfuerzos liderados por Estados Unidos para forzar el inicio de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania no han registrado avances y el presidente Donald Trump ha expresado su frustración y amenazado con más sanciones contra Rusia.
“Tenemos que poner fin a esta espera eterna: Rusia necesita más sanciones”, declaró el martes en Telegram el jefe de gabinete del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Andrii Yermak.
Peskov, por su parte, aseguró que Rusia garantizará su seguridad independientemente de las declaraciones de Trump y de si el proceso de paz en Ucrania está en marcha.
“Kiev, con el apoyo de algunos países europeos, ha tomado una serie de medidas de provocación para frustrar las negociaciones iniciadas por Rusia”, afirmó el Ministerio de Defensa ruso, que añadió que el ejército ruso está atacando Ucrania “en respuesta a los ataques masivos con drones ucranianos contra regiones rusas”.
Los esfuerzos diplomáticos para terminar con más de tres años de conflicto se intensificaron en las últimas semanas y altos funcionarios rusos y ucranianos sostuvieron el 16 de mayo el primer encuentro directo entre ambas partes desde los primeros meses de la guerra.
En el encuentro, los países acordaron un intercambio masivo de prisioneros bajo la fórmula 1 000 por 1 000 que se completó en tres rondas sucesivas del 23 al 25 de mayo.
Además, Ucrania solicitó una reunión entre los jefes de Estado de ambos países, de lo que Rusia tomó nota.
El 19 de mayo, la situación en Ucrania fue objeto de una conversación telefónica de más de dos horas entre los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladímir Putin y Donald Trump, respectivamente.
Según el mandatario ruso, Moscú está dispuesto a colaborar con Kiev en la elaboración de un memorando sobre un eventual acuerdo de paz que ponga fin a más de tres años de hostilidades entre las dos partes.
Este martes, Turquía reiteró su disposición a prestar cualquier apoyo para promover la solución a la crisis ucraniana.
Tras una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores Hakan Fidan declaró que “Turquía está dispuesta a brindar todo el apoyo, hasta la celebración de las negociaciones” y destacó que su país atribuye una gran importancia a la seguridad en el mar Negro.