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Primer plano: de series y películas recientes

Primer plano: de series y películas recientes

Bárbara Gretter Román

Domingo, 14 Abril 2024 21:03

En Primer plano, recomendaciones cinematográficas y del mundo audiovisual.

The regime 

Will Tracy , Stephen Frears y Jessica Hobbs son los creadores de “The Regime”, la serie más surrealista que verás este 2024, que cuenta la historia de un año dentro de los muros del palacio de un régimen europeo moderno a medida que comienza a desmoronarse.

Estrenada en HBO Max, destaca su alucinante intro y su cuidada puesta en escena. El guion mezcla política, humor negro, feminismo y por supuesto un alto contenido psicológico. 

“The regime” supone el debut en solitario de Tracy y todo resulta tan extraño que el espectador solo puede dejarse llevar. 

La canciller es una tirana, una mujer obsesionada con el poder y también con los problemas de humedad en el palacio, pero al mismo tiempo una mujer que experimenta una soledad extrema. En la serie hay violencia, situaciones hilarantes de papas que purifican el aire, karaoke y por supuesto una historia de amor, aunque no lo parezca. 

Cuando no puedes clasificar un guiln, cuando no se define por sí sola una historia es cuando nos damos cuenta que todavía se pueden tener series diferentes, arriesgadas. 

Kate Winslet regresa a la televisión luego de “Mare of Easttown”, este personaje es difícil en extremo, tiene muchas capas y una carga psicológica que solo ella entiende y convence, con los años reafirma que es de las mejores, espero Emmy.

Me encanta Matthias Schoenaerts, anteriormente ya había compartido créditos con Winslet en “A Little Chaos”, ese militar es tan gracioso como terrorífico. También en pantalla Guillaume Gallienne, Andrea Riseborough y Martha Plimpton.

Hay que ver “The regime”, no encuentras en la pequeña pantalla en estos momentos una serie tan desequilibrada.

Un nuevo amanecer

José Corbacho  además de ser humorista es director, inició su carrera con la serie “Homo Zapping” y luego le seguirían películas como “Tapas”, “Cobardes” y “Pelotas”. Este 2024 vuelve detrás de cámara con ATRESplayer Premium y Belén Macías en la sugerente “Un nuevo amanecer”.

Candela, conocida artista patria, se ha convertido en una adicta. No sabe muy bien cómo —o eso dice ella—, pero esas dosis de alcohol y drogas a las que no daba demasiada importancia se han acabado desmadrando. “Tranquilos, yo controlo” eran las palabras que últimamente más repetía en su círculo personal y laboral, pero no controla nada de nada. Ni su vida personal —separada y con una hija que pasa más tiempo con su padre y su abuela que con ella— ni profesional, que cada vez es más desastrosa.

Con 30 minutos por episodio, el guion se burla de ellos mismos, de la industria del entretenimiento, de los artistas y de esa manera tan banal que tienen de vivir. La protagonista es una antiheroína y eso me parece el primer dato interesante, ella no es modelo positivo, no es el ángel, es simplemente una mujer producto de su entorno, de la farándula.

No es un secreto para nadie que la gran mayoría de actores, cantantes, músicos, influencers viven drogados y que se les van millones en rehabilitación varias veces al año. 

Lo que hace Corbacho en este guion es tratar de redimir a la protagonista con situaciones cómicas, diálogos ácidos y siendo lo más crítico posible a un problema real. 

Montada mediante entrevistas, un recurso que ya se hace habitual en las ficciones españolas y de esta cadena, cada personaje dará su perspectiva sobre Candela. 

Yolanda Ramos es la protagonista absoluta, una actriz que ha hecho humor desde siempre y que por primera vez logra un protagónico que resulta complejo. No te va hacer reír con tonterías, tiene que manejar un registro de drama. También veremos a Cecilia Freire y Abril Zamora.

“Un nuevo amanecer” es el reflejo de la decadencia de un complejo mundo frívolo lleno de purpurina y glamour.  

La passion de Dodin Bouffant 

A la Academia Francesa le pareció mejor opción enviar a competir por el Oscar en el apartado de cinta internacional a “La passion de Dodin Bouffant” del cineasta vietnamita Tran Anh Hung dejando así a la sobrevalorada “Anatomía de una caída”, fuera.

Ambientada en el mundo de la gastronomía francesa en 1885. La relación entre Eugenie, cocinera de prestigio, y Dodin, el gastrónomo para el que trabaja desde hace 20 años. Cada vez más enamorados el uno del otro, su vínculo se convierte en un romance y da lugar a deliciosos platos que impresionan incluso a los chefs más ilustres del mundo.

No es la primera vez que el directo rueda fuera de su país y en otro idioma, ya tiene “Eternité” y “Escapando del infierno”. El filme es largo, contiene muchas escenas de cómo se cocinaba en esa época, de hecho la primera secuencia dura 15 minutos y es justamente de esto. 

Ganadora a la mejor dirección en Cannes, es un filme sensorial, lo vemos todo y al mismo tiempo lo sentimos, lo saboreamos. La historia de amor de “La passion de Dodin Bouffant” no es la misma de otra cualquier cinta del género.

Hung se las ingenia para que gracias a la peculiar puesta en escena, la fotografía y la música sus protagonistas nos lleven por un mundo fascinante. Se aleja de clichés, de estereotipos y adolece de esa ambigüedad y conflicto sin resolver que tiene la de “Triet”. 

Sublimes Juliette Binoche y  Benoît Magimel, a ella ya la habíamos visto vendiendo bombones en “Chocolat” pero este personaje, cargado de luz, pasional, es sencillamente impresionante.

Magimel es un actor todo terreno, quizás algo infravalorado, la química entre ambos es como la de las propias recetas que preparan.  “La passion de Dodin Bouffant” es hermosa, hay que verla con todos los sentidos en su máxima expresión y quedarse con ese sentimiento que el director transmite desde el primer momento. 

Madame web

Se puede pensar que hacer cine comercial es tarea fácil, esto partiendo de lo mal que le va cada año a este tipo de películas y de que muchas de ellas pertenecen a los superhéroes. Adaptar un comic es complicado, cualquier director no lo consigue, no lo logró Chloé Zhao, Nia DaCosta  o Ryan Coogler porque incluso para rodar estas mediocridades hay que tener algo de talento. S.J. Clarkson no ha entendido lo que significa entrar en el mundo de Marvel y prueba de ello es “Madame Web”.

Cassandra Webb es una paramédica en Manhattan que podría tener habilidades clarividentes. Obligada a enfrentarse a sucesos que se han revelado de su pasado, crea una relación con tres jóvenes destinadas a tener un futuro poderoso... si consiguen sobrevivir a un presente mortal. No entiendo por qué elegir a la responsable de las series “Collateral” y “Mistresses”, a leguas se nota que ella no era la indicada.

El recibimiento en taquilla fue de 51.5 millones, le fue tan mal como a “Moebius”. “Madame Web” pertenece al “Spideverse”, por tanto ya en ese sentido es para los fans del arácnido. 

La historia es horrenda, un bucle, te van contando lo mismo una y otra vez, a tal punto que ya quieres que asesinen a cualquiera. Los trabajos de Marvel y DC generalmente carecen de buen argumento y de diálogos, por tanto tienen que volcarse completamente en los efectos visuales, el CGI y gastarse en este caso 80 millones.

“Madame Web” no es feminista, no hay que confundir que las películas protagonizadas por mujeres ya son por defecto de este movimiento, más bien es una película ridícula sobre mujeres que tienen poderes. Se habla de fatiga del género, pero este sentimiento no es tanto porque anualmente se estrenen varias, el problema es que fracasan todas.

Las últimas estrenadas “Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos”,  “The Marvels”   y hasta la propia “Spider-Man: No Way Home” demuestran que su modelo está fracasando hace años.

Hemos visto que para ser superhéroe no hacen falta Oscar, ni Globos, ni SAG, yo diría que se necesita carisma y quizás algo de belleza física. Dakota Johnson carece de todo esto, pero además su falta de expresión desde “50 sombras de Grey” es demasiado evidente. 

La vanguardia juvenil encabezada por Sydney Sweeney, Celeste O'Connor y Isabela Merced da vergüenza, lo que se viene formando en Hollywood es para preocupar. 

Otro error para Marvel, para “Spiderman” y toda esa cofradía, veremos cuál es la próxima a quemar en la hoguera. 

Teresa

Acercarse a la obra de Lorca, entenderla y abrazarla es una tarea casi sobrehumana, su novela “Bodas de Sangre” figura como clásico de la literatura y llevarla a la pantalla grande podía sepultar la carrera de cualquier cineasta o simplemente ensalzarla.  Paula Ortiz en el 2015 se atrevió con “La novia” y demostró su talento para, a través de imágenes, generar poesía y sentimiento.

Su próxima película debía ser igual de extraordinaria, epidérmica y sensorial, “Teresa” es otro salto al vacío del cual sale airosa. Teresa espera paciente la llegada del Inquisidor para ser juzgada. De su visita y de sus palabras dependerá su futuro: libertad, cárcel o la hoguera. 

La película es la adaptación de la obra “La lengua en pedazos” de Juan Mayorga, por tanto la mayor parte de las escenas son de puro teatro. Nominada a los Forqué y Feroz, ninguneada en los Goya, lo que hace Ortiz es tan divino como la propia historia de la santa. Hablada totalmente en castellano antiguo, el espectador vive una experiencia que trasciende la fe y lo terrenal. 

La fundadora de Las carmelitas descalzas, la mujer que se adelantó a su época y desafió a las autoridades religiosas tiene a Dios como lo único importante, más allá de la hoguera. Su palabra desafía todo el tiempo al inquisidor y este duda, el guion cuestiona, enjuicia. La banda sonora de Juanma Latorre y la fotografía de Rafael García son la estocada final. 

Es importante entender la palabra de Teresa como un don, su misticismo le hizo proponer un modelo de fe basado en la amistad entre el hombre y Dios y en una dimensión profundamente humana de Jesucristo. Ortiz siempre se apoya en símbolos, en el montaje paralelo, algunas escenas se acercan a lo contemplativo y surrealista. 

Blanca Portillo tiene el rol más grande su carrera hasta la fecha, ni en “Maixabel” estuvo tan solvente. Asier Etxeandia no es de los actores que aplauda pero se bate con Portillo y electrizan.

Pocas películas son tan puras, espirituales y trascienden al nivel de “Teresa”, Paula Ortiz ya es una voz imprescindible del panorama audiovisual español. 

Palm Royale

En 1969, una mujer intenta cruzar esa línea impermeable que separa a ricos y pobres para asegurarse un sitio en el círculo más exclusivo de Estados Unidos: la alta sociedad de Palm Beach Abe Sylvia y Tate Taylor, dirigen la serie “Palm Royale” en Apple.

Tiene todas las características de un título de la plataforma, cara, vistosa y con rostros conocidos. Con una duración de 49 min la serie mezcla “Esposas desesperadas” con “Por qué matamos las mujeres”, no solo en su visualidad sino en la propia dinámica del guion. 

Desde la perspectiva de la protagonista mediante la voz en off, la serie pareciera telenovela, pero se apega más a la comedia y la crítica social. Maneja ideas interesantes que tal vez no siempre resulten efectivas, pero están ahí.  Mujeres con doble moral, hombres poderosos, otras en un sindicato buscando mejorar sus derechos. 

Los personajes están definidos y eso es muy importante en series de este tipo, porque es algo coral, no se trata solo de la arribista que quiere entrar en la alta sociedad, todos juegan un papel importante.

Aplausos para la dirección de arte y el uso de los colores, en ese sentido es muy similar a “Physical”.

Maravillosa Kristen Wiig, es una buena actriz, y este registro es complejo porque cada capítulo puede mostrarse cambiante. Laura Dern y Allison Janney espectaculares, tienen sus personajes con un sarcasmo y una ambigüedad que aterran. A Ricky Martin, lo contratan para posar, recitar y salir con el torso desnudo. 

“Palm Royale” no es una serie excepcional pero a diferencia de otras es bastante entretenida. 

Mary and George 

STARZ tenía entre sus manos la serie más loca, políticamente incorrecta y blasfema  del 2024 con “Mary and George” y no supieron estar a la altura. 

La historia de la condesa de Buckingham que engatusó a su hijo para que lograra seducir al rey Jacobo I a fin de que este se convirtiera en su amante todopoderoso, a través de intrigas, haciéndose más rica, con más títulos e influyente de lo que Inglaterra había visto jamás.

En la dirección D.C. Moore. Desde la intro pareciera que estás ante un producto nunca visto, inteligente y adictivo, pero cuando entras en ese juego de poder, te decepciona. 

Como cualquier otra producción británica que se respete, la puesta en escena es un escándalo, el vestuario, maquillaje y fotografía es de un alto nivel.

A nivel narrativo, el tempo de la serie también es acertado, el talón de Aquiles es el guion. El primer capítulo engancha, una vez presentados los personajes, la trama central y los conflictos, el espectador se motiva, pero ya cuando sigues avanzando te das cuenta que no tienes de dónde agarrarte.

Toda la parte LGBTI está bien filmada, los desnudos, el sexo y la serie gana en lo que se ve desde lo histórico, pero se muere en su propuesta dramática. 

Afortunadamente para llegar al final está Julianne Moore, la que mueve los hilos, la madre tirana con un fin y no importa como lo conseguirá. Resulta que ahora Nicholas Galitzine es el galán y sex simbol de los recientes estrenos de cine y tv y el pobre muchacho no pone una delante de cámara. Tony Curran no destaca y debería tener una actuación brillante.

“Mary and George” desilusiona, es como un regalo bien envuelto pero al abrirlo todo es vacío.