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Vindicación de lo más humilde 
Foto: Archivo

Vindicación de lo más humilde (+Audio)

Jesús Álvarez López

Domingo, 27 Julio 2025 08:38

Estos años duros parecen destinados a vindicar económicamente los oficios más humildes, algunos en peligro de extinción. No fue casual que en el primer año de la Revolución Fidel compartiera con los carboneros de la Ciénaga de Zapata, era como para dejar clara la posición de principios del nuevo gobierno siempre al lado de los más humildes.


Pues desde hace tiempo ese oficio es de los mejor remunerados. Recuerdo un entrevistado de antes del llamado “Ordenamiento” que ganaba alrededor de 5 mil pesos mensuales. 

Pero hoy la Empresa Forestal paga a los carboneros entre 800 y 900 pesos el saco y se está planteando con el nuevo esquema aprobado por el país para algunos sectores estratégicos, el pago de un por ciento en divisas. 

Saque cuentas quien tenga dudas, bueno, y si alguien se embulla, pudiera decirse que si algo sobra en Cuba es marabú.  

Otro oficio muy humilde y difícil, casi artístico, es el cuchillero de tabaco. Un cortador de 40 cujes a 60 pesos cada uno podría buscarse 2 mil 400 pesos diarios y más de 70 mil al mes. 

Aun así es difícil encontrar cortadores de tabaco a cuchilla, lo que explica la evolución de los vegueros hacia la tecnología del ensartado.  

Pero el oficio que sí rompe récord de ingresos hoy es el desmochador de palmas. Yo conocí al viejo Perera de niño en Venturilla, que subía 20 palmas en la mañana. Pues, solo debe multiplicar 20 por 300 pesos que se pagan hoy por cada palma y sabrá que un desmochador puede ganarse 6 mil pesos en una jornada. 

Estaríamos hablando de no menos de 150 mil pesos al mes, y aun así no aparecen los que deseen ejercer tan peligrosa labor. 

Pero cuando hago este análisis sobre los oficios que siempre fueron más humildes en nuestro país y vemos lo que hoy pueden ganar, es que se torna prácticamente inexplicable que centenares de miles de jubilados hayan podido superar estos años con apenas 1528 pesos mensuales.

Y sale del pecho entonces algo así como una sensación de alivio y agradecimiento ante la decisión del Gobierno de incrementar las jubilaciones a partir de septiembre.