En Quemado de Güines, florece "Sembrando Amor", un proyecto comunitario que se ha convertido en un faro de esperanza para niños con trastornos del espectro autista y sus familias. Esta iniciativa busca crear un espacio de encuentro, inclusión y desarrollo.

Mislenis Rodríguez, madre de un niño con autismo, es el alma y motor de este proyecto: «Para mí es un sueño hecho realidad. Cuando mi hijo fue diagnosticado, me sentí sola y desorientada. Caminé a ciegas», confesó Mislenis.

"Sembrando Amor" nació de su propia experiencia y del deseo de que ninguna otra madre transite ese camino en solitario. «Quiero que sepan que existe este proyecto, que cuentan con mi apoyo. Busco amparo para estos niños, que tengan acceso a asistencia, terapias, y que las madres podamos reunirnos y compartir experiencias».

El proyecto no se limita a ser un espacio de encuentro, sino que también organiza actividades que promueven el desarrollo y la inclusión social de los niños. Cada 2 de abril, Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, celebran una emotiva actividad cultural.

Yadira Salazar Ramírez, pedagoga de la enseñanza especial, destacó el impacto de esta iniciativa: «Se ha logrado sensibilizar a padres, instituciones y a la comunidad en general. El proyecto siembra amor en estos niños, y luego cosechamos los frutos. La comunicación y la socialización entre la escuela, la familia y la comunidad son fundamentales».

"Sembrando Amor" es un testimonio del poder transformador de la solidaridad y la perseverancia. Es un espacio donde la inclusión y la esperanza florecen, recordándonos que juntos podemos construir una sociedad más justa y equitativa. 

En Quemado de Güines, el amor se siembra y se cosecha en cada sonrisa, en cada abrazo, demostrando que para entender el autismo no se necesitan fórmulas, se  necesita amor.