Una planta que inició sus actividades en 1989, desde entonces a la fecha han transcurrido casi cuatro décadas, caracterizadas por su sello productivo.
El camino recorrido hasta la fecha, como muchos otros colectivos, no ha sido fácil, dijo su director Norberto Hernández, han vivido momentos buenos y malos, como los actuales, con mucha tensión por la carencia de recursos que ha obligado a incursionar en alternativas y evitar la paralización de la fábrica.

A su tradicional producción de bloques, lozas de piso y elementos prefabricados de terrazo y de techo, se incorporan, morteros, polvos para esmeril y piedras de pulido, con los que sustituyen importaciones, entre otros surtidos.
Al entrar en la planta que dirige desde hace veinte años Norberto Hernández, uno se da cuenta que allí circulan aires de emprendimiento en franco desafío con las estrecheces de recursos.
También se caracteriza este colectivo por su apuesta en el desarrollo de la economía circular, donde todo se aprovecha, bienes que adquieren nueva vida y hacen más sostenible el medio ambiente.
En medio de los tiempos que corren, marchan tomados de la mano con la ciencia y la innovación, rubrican alianzas estratégicas con la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas y trazan encadenamientos productivos.
Otro ejemplo positivo a mostrar por esta unidad es también su incursión en la producción de alimentos y atención a sus trabajadores, ocupan las áreas aledañas en cultivos como el plátano, granos, viandas, frutales, entre otros como garantía de su sostenibilidad.

Claro, sin dejar de reconocer las carencias de todo tipo que enfrentan, no solo de recursos, también por disponer de equipos con elevada obsolescencia, los hombres y mujeres que laboran en la Unidad Empresarial de Base Combinado de Hormigón Rolando Morales Sanabria, en Cifuentes, apelan a cada alternativa y a las reservas para imponerse ante los malos momentos.