En un contexto donde la creatividad y el ahorro son más cruciales que nunca, la ANIR demostró una vez más que el talento y el ingenio son motores poderosos para el desarrollo.
A decir de Ludmila Domínguez Rodríguez, presidenta de la Asociación en la provincia, este constituye un reconocimiento al trabajo de quienes, desde sus puestos, piensan y construyen desafiando las carencias y en respuesta al bloqueo norteamericano.
Estos son ganadores que marcan la diferencia y no es solo un premio, es un reconocimiento a la perseverancia del Doctor Ángel Serafín Camacho Gómez, José Caridad Hernández Hurtado, María Esperanza Domínguez Hurtado y Julio Sánchez Hernández, pertenecientes al Hospital Universitario "José Luis Miranda", la empresa textil "Luis Augusto Turcios Lima" (SAREX), la Geominera del Centro y la Empresa Eléctrica, respectivamente.
Este alto reconocimiento no es un premio a simples ideas abstractas, sino soluciones concretas, aplicadas y validadas en diferentes sectores económicos y sociales.
La innovación no es un lujo, sino una necesidad, y su valor se mide en toneladas de producción recuperadas, en divisas ahorradas por concepto de sustitución de importaciones, en eficiencia y, sobre todo, en vidas mejoradas, además de ser prueba viviente de que el bloqueo no bloquea el talento.
Y así pondera su quehacer la ANIR, con casi cinco décadas fomentando el talento local de obreros, técnicos, ingenieros y científicos que, desde la base, convierten un desecho en un repuesto, una idea en ahorro y un problema en una oportunidad, y ante cada desafío, eligen innovar antes que rendirse.