Más tarde, en la finca El Crucero de Amaury Meneses en Peroti, Sánchez Armas recorrió parte de las cinco caballerías sembradas de maíz y arroz. 

Allí la gobernadora se detuvo en las casas de postura y de cultivo de ají chile picante destinado a la exportación y dialogó con la protagonista de este proyecto. 

Al filo del mediodía, acompañada por el delegado de la agricultura en Villa Clara Ihosvani Martín Peña, la máxima autoridad gubernamental en esta central geografía, chequeó la preparación de tierras de los Jimaguas, dos de los más altos productores de arroz y ají pimiento de la zona. 

Minutos más tarde, la comitiva, caminó las plantaciones de maíz frutabomba, guayaba, col y papa de los Cano, tres hermanos muy jóvenes que han convertido una extensa área, antes infestada de aroma, en un fértil polo productivo. 

Antes de concluir el recorrido, Sánchez Armas se detuvo en medio del camino para saludar a Feliberto González, un campesino de 93 años que sin bajarse de su caballo explicó cómo hace para cuidar su rebaño y aportar la leche que hoy tanto hace falta al consumo social, «contamos con su espíritu y su ejemplo», le dijo varias veces la gobernadora.