
Asistieron además, Lázaro Israel Rodríguez Delgado, director general de la Empresa de Tabaco Torcido en predios villaclareños, la directora provincial de Educación Dra. C Yamilé Herrera Alfonso, así como las máximas autoridades del municipio y de la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco La Estrella.

La secretaria y la gobernadora villaclareñas, también dialogaron este miércoles con torcedores de tabaco en Manicaragua, maestros que dan forma al legendario Habano y sostienen una tradición de siglos.

En la jornada también encabezaron el reconocimiento a trabajadores del sector eléctrico que laboraron en el oriente cubano.
A ellos, las máximas autoridades villaclareñas Susely Morfa y Milaxy Yanet Sánchez Armas, enviaron palabras de agasajo y reconocimiento.
«Hoy venimos a abrazar con el alma a 63 hijos e hijas de esta tierra que han escrito, con sus manos callosas y su corazón inmenso, una página imborrable de solidaridad y victoria.
Durante treinta y ocho días, desde el último octubre, ustedes fueron el rostro de Villa Clara en el oriente golpeado. No fueron simplemente técnicos, linieros, operadores o choferes. Fueron faros en la oscuridad, arquitectos de la esperanza, sembradores de fe en medio del desastre que dejó el huracán Melissa», dijeron las máximas autoridades de Villa Clara a los trabajadores del sector eléctrico.
Agregaron asimismo que estos «levantaron, con cada poste enderezado y cada cable tensado, algo más que infraestructura: levantaron el ánimo de un pueblo».
«Procedentes de Cifuentes, Encrucijada, Camajuaní, Ranchuelo, Sagua la Grande y Santa Clara, se fundieron en cinco brigadas de acero. Partieron con sus equipos y su oficio, pero sobre todo, partieron con esa convicción profunda de que Villa Clara Con Todos no es una consigna vacía. Es tender la mano donde duele, ofrecer el hombro para el esfuerzo común y acompañar, paso a paso, en los días más difíciles. Ustedes lo demostraron con hechos», añadieron.
«Y qué difícil fue el escenario. Símbolos de nuestro orgullo, se adentraron en la geografía agreste de Granma y Santiago de Cuba, en parajes montañosos y rincones de acceso casi imposible. Caminaron kilómetros bajo el sol, cargando sobre sus espaldas el peso de la tarea y la responsabilidad. En sus rostros vemos ahora las sombras del cansancio acumulado, pero en sus ojos brilla con más fuerza el orgullo infinito de la misión cumplida»
«Ustedes son, sin duda alguna, héroes verdaderos. Héroes de esos que no buscan titulares, sino que restablecen la corriente. Héroes que, como bien dijo Eduardo Enrique Pérez Reyes, su director, se crecieron en las condiciones más adversas y nadie flaqueó. Y su mayor hazaña, la que más nos enorgullece como familia, es regresar todos. Regresar juntos, sanos y salvos, sin un solo accidente, trayendo a casa el agradecimiento eterno de santiagueros y granmenses, quienes vieron en ustedes a hermanos llegados para aliviar su dolor».

En sus palabras de reconocimiento, las máximas autoridades de la provincia destacaron igualmente que «con su labor, hicieron palpable una verdad que nos define: “Cuando un pedazo de Cuba sufre, todo el país late más fuerte”. Ustedes fueron ese latido acelerado y solidario de Villa Clara, bombeando energía y aliento hacia el oriente. Con cada gesto de apoyo, mostraron la grandeza de un pueblo que no se rinde, de una provincia que abraza, que comparte y que multiplica la esperanza, porque conocemos el tesoro más valioso de esta isla: su gente».
«Por eso hoy, al recibirlos entre alegrías y abrazos, solo podemos decirles, de todo corazón: ¡Gracias! Gracias por ser el ejemplo vivo de que la fuerza de Cuba está en su unidad. Gracias por demostrar que, hoy más que nunca, con la certeza de que juntos saldremos adelante, nuestro espíritu se mantiene indoblegable. Ustedes llevaron toda nuestra fuerza a los hermanos del oriente y ahora regresan trayéndola multiplicada», acotaron.
Por último, enviaron sus familias «el reconocimiento eterno por el apoyo silencioso, por la paciencia y por el amor que sostiene a quienes salen a cumplir con el deber».
«Ustedes no solo restablecieron el servicio eléctrico.Ustedes devolvieron la luz a los ojos de quienes habían perdido tanto. Y al hacerlo, iluminaron con aún más brillo el nombre de Villa Clara. Esa es la esencia que nos une. Ese es el corazón solidario que nos duele con el dolor ajeno y nos impulsa a seguir, juntos, siempre», concluyeron.
