La edificación fue fundada por Fidel Castro en 1975, y desde entonces rinde honores al nombre que lo identifica, que en lengua aborigen se traduce como cesta de oro.
El estilo tradicional del inmueble, que atalaya a 400 metros sobre el nivel del mar, asegura una experiencia relajante y facilita el descanso del ajetreo diario.
Ubicado en la zona de Saltos de Hanabanilla, revela el contraste de las lomas del Macizo de Guamuahaya y el reflejo del lago artificial, único de su tipo en el país.
En este hermoso paraje natural donde se encuentran las mayores truchas de Cuba, los amantes del paisajismo pueden realizar recorridos fluviales en bote, practicar el senderismo, recorrer los asentamientos poblacionales de la localidad, visitar los miradores, observar aves, y disfrutar de los relieves de cimas tipo mogotes y de pendientes abruptas, como las de la Colicambiada y La Cueva Vieja.
Perteneciente a la cadena Islazul dos estrellas, propicia el disfrute de la comida criolla e internacional exquisitamente elaborada e incluye las ofertas del restaurante intramontano Río Negro, desde donde se divisa el Lago Hanabanilla.
La instalación posee un colectivo que vela por la calidad en la atención y el servicio personalizado. En su mayoría pobladores del área que conjugan la hospitalidad y el compromiso con los visitantes.
Los que eligen este espacio turístico encuentran allí además, bar, piscina exterior, parrillada, centro nocturno, sala de juegos, deportes náuticos y habitaciones equipadas con buen gusto, que ofrecen una vista panorámica y auguran bellas puestas de sol en la pureza de las alturas.
Encontrarse con la naturaleza, mirarla por dentro y compartirla con los seres queridos es posible en el Hotel Hanabanilla de Villa Clara, que este 2024 llegó a un nuevo aniversario con la misma vitalidad de hace 49 años.