«[…] Subir lomas hermana hombres». Martí.
Diario de Campaña (De Cabo Haitiano a Dos Ríos),
14 de abril de 1895
Volver a la serranía villaclareña, a pesar de las carencias materiales y las insatisfacciones en acopios cafetaleros, deja un camino promisorio a la vista de todos. Allí no creen en fantasmas, y estiman que las futuras cosechas de cerezas vayan en crecimientos paulatinos con un tope ascendente dentro de cuatro años.
Esa es la idea que permanece prendida luego de escuchar criterios de productores e investigadores radicados en las inmediaciones de Jibacoa, asentamiento que denominan Capital del Turquino, por concentrar los principales servicios económicos y productivos que reclama la comunidad.

En La Herradura se ubica el principal emporio cafetalero y de diversidad agrícola. Ahí está la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), una de las dos existentes en la montaña, y desde hace cinco lustros Modesto Robaina Pérez rige los destinos de un colectivo empeñado en dar saltos cuantitativos y cualitativos en el bienestar de los asociados y la economía.
El hombre, y los 149 trabajadores que lo siguen, son innovadores por excelencia y tienen en el campo el laboratorio científico que demostrará empeños superiores. Aunque en la pasada recolección de cerezas el compromiso quedó a 89% de ejecución, allí se parte de cuatro principios fundamentales: «qué quieres buscar según las potencialidades, y dónde hacerlo, así como el financiamiento con créditos bancarios o solvencia monetaria extraída de la diversificación de las producciones y encontrar un hombre enamorado y com- prometido con el trabajo», dice.

«Ni la hojarasca de los árboles permanece en los suelos: va directo a convertirse en nutriente de las plantas», afirma. En los campos hay un cambio de matriz cafetalera que transita del antiguo esquema de plantaciones con variedades arábicas a robustas de alto potencial productivo. De las 105 hectáreas dedicadas al cultivo, «ya 89 son del segundo tipo y el resto, excepto tres pertenecientes a banco de semillas, fueron demolidas para impulsar el mejoramiento genético con variedades obtenidas a partir de coles vietnamitas», añadió.
En 26 ha del denominado robusta con variedades cubanas «se les practica el cambio de copa, proceso que concluirá dentro de tres años, y los antiguos cafetales con adecuaciones de mejoramiento de suelos —materia orgánica, barreras vivas y tranques para evitar la erosión, y regulación de sombra—, dejarán estimados superiores, hecho que posibilitará un acortamiento del ciclo productivo de las plantas. Simultáneo se hacen las regulaciones de sombra, y por qué no, sellar los campos con unas 1600 plantas por hectárea. «Aquí estamos obligados a cambios en los esquemas de trabajo porque los suelos son ácidos, y necesitan un mejoramiento constante en una época que al final —aun- que está en estudio otro precio del café—, las cosechas dejan pérdidas económicas».

La diversificación agrícola en las fincas, a partir incluso de la madera que extraen de los cafetales en labores de regulación de sombra y dejan ingresos económicos en la hechura de muebles, la comercialización de cultivos varios y la producción de posturas de cafetos, desde 2014, con alto potencial genético a partir de tubetes — sustituyen la tradicional bolsa de nailon—, y «hacer a la plantación lo que realmente lleva, por supuesto, a corto tiempo dejará saldos favorables en un hombre que está vinculado al área y a los resultados finales», detalló.
La unidad, entre las mejores de su tipo en el país, tiene al hombre como puntal de las transformaciones agroforestales y económicas, y el salario medio mensual rebasa los 8000 pesos. La dignificación de las condiciones de vida de los trabajado- res, con construcción de casas conforta- bles, garantías de alimentación según las producciones y de atención a la madre con hijos pequeños acogidos a la casa infantil «Retoños del Turquino», dejan mayores posibilidades y permanencia de empleo a la familia de caficultores. «Aquí nada subsidiamos, excepto los implementos de uso colectivo. Todo lleva al compromiso de un hombre que gana según sus resultados productivos, y hacia ritmos superiores queremos llegar en cada cosecha», aseguró.
Del laboratorio a la finca
Ciro Sánchez Esmori, Doctor en Ciencias y director de la Unidad Científico Técnica de Base (UCTB) Estación Experimental Agroforestal de Jibacoa, defiende el criterio de las potencialidades de su institución, las pruebas de laboratorio y campo de los investigadores, en su vínculo con las fincas y los productores.
Desde allí se generan y transfieren tecnologías a la cadena productiva, y «esa esencia en la obtención de posturas de cafeto de alto valor genético, así como en el refrescamiento por vía de la biotecnología de variedades arábicas a partir del mayor banco de germoplasma del país y de mezclas clonales, en el caso del robusta, obtenidas de potencial genético cedido por Vietnam, para impulsar los rendimientos agrícolas», acotó.
«La ciencia y sus instituciones las veo como un fenómeno integrador. Cada centro investigativo deja un pequeño grano que se revierte en mayores producciones. Hoy desde Rincón Naranjo, sede de la estación, salen proyectos que se validan en diferentes zonas del país», declaró.
En Villa Clara se lleva tecnología a 88 productores que abarcan unas 123 ha con el principio de hacer una caficultura intensiva y selectiva. «Así lo fundamentamos en zonas de Placetas-Cabaiguán, Camajuaní, Remedios, Caibarién, Ranchuelo, Santo Domingo y Santa Clara, y de similar manera en la UBPC La Herradura: son los productores los que descartan y valoran las experiencias investigativas que mejor se comportan en la localidad», resaltó.

En tal sentido se ve la agroecología como forma sostenible de la producción. Disponer de una economía diversificada desde la finca, con sistemas agroforestales figura en la mentalidad y estrategias de talleres que imparten investigadores y especialistas junto a los campesinos. Santiago Espino Treto, funcionario de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Manicaragua, reconoce las experiencias mensuales y trimestrales que acontecen en las asociaciones campesinas.
Ejemplos de productores de probada valía sobran en la montaña. La Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ignacio Pérez Ríos, en Veguitas, demuestran el porqué las cosechas registran altos rendimientos y diversidad agropecuaria.
El campesino Juan Ortiz Pérez, asociado a esa CCS, desde su finca El Valle incursionó en la siembra de papa con simiente nacional. «Los rendimientos no fueron los deseados en los 10 cordeles que propagué la semilla, pero sirvieron para entregar 1.12 toneladas de la vianda a los consumidores de la montaña. Desde hace cuatro años fui beneficiado con la entrega de tierra, y en el área dispongo de 1 ha de cafetos robustas y asesoramiento directo de investigadores de la Estación. Diversificar la finca es la principal satisfacción de un campesino. Imagínese que tengo 96 especies de frutales diferentes y hago mejoramiento de suelo según las técnicas agroecológicas, y empleo abono orgánico y cultivos con bueyes. Eso es una bendición», recalcó.

Una montaña diferente
Por vez primera en la historia, Villa Clara, entre las 11 provincias cubanas incluidas en el desarrollo económico-social del Plan Turquino, alcanzó la sede del acto nacional por el 2 de junio, fecha fundacional que rememora el aniversario 38 de un programa que tiene a la comunidad, el cafetal y el bosque —con flora y fauna—, como principal sostén y empuje diversificado. Los recursos económicos que dispone el país no son los de antes.
Sin embargo, en la zona del sur, en Manicaragua, y al este en la Sierra de Bamburanao, con más de 18 000 habitantes, las acciones económico-sociales y comunitarias no detuvieron su andar. Los cultivos varios crecieron en un 50 % en relación a similar período precedente, y se cosecharon unas 7906 toneladas de alimentos que, aunque por debajo de lo planificado, auguran urgencias por no cejar en empeños superiores.
Un cambio diferente mostraron los frutales, principalmente el coco, con posibilidades de emplearse en 11 surtidos diferentes, así como los cítricos, y el propósito de incrementar los patios de aves semirústicas para la obtención de huevo y carne en el ámbito comunitario.
Similares rumbos toman los programas porcinos y ovino-caprinos con el aprovechamiento de alimento animal obtenido en las fincas o propiciados por la palma real. Las potencialidades de la leche, como en otras partes de la provincia, quedó por debajo de lo estimado en el caso de las zonas de Remedios-Caibarién. No obstante, hay precisiones que reclaman un mejoramiento sistemático de las condiciones de vida de los serranos.
En ese orden se incluyen la construcción de viviendas, el transporte público y los viales. En tanto los servicios básicos de Salud disponen de una cobertura amplia a partir de los consultorios del médico y la enfermera de la familia, y redes hospitalarias.

Del rumbo cafetalero
La montaña villaclareña en Manicaragua, sin café, perdería su esencia. Desde la ciencia y la producción se originan pasos en la recuperación del cultivo al llegar a cuantificar cifras, todavía bajas, de entrega del aromático grano para el consumo nacional y la exportación. No obstante, experimentan crecimientos que, en el plano económico, dejaron ingresos el pasado año por valores superiores a los 26 millones de pesos.
La Empresa Agroforestal de Jibacoa, principal ente económico de la serranía, en sus formas productoras dispone de 900 hectáreas de cafetales en desarrollo y unas 300 en fomento. En su patrimonio también está abocada a un cambio de matriz en las plantaciones, principalmente con el empleo de variedades robusta de alto potencial genético y resistente a plagas, enfermedades y al cambio climático, dijo Pedro Blanco Méndez, director general de la entidad.
Los pasos son visibles, y serán una realidad, estima, dentro de cuatro años cuando concluyan el programa que incluye, desde diversificar las producciones y elevar rendimientos agrícolas del café, hasta siembra de áreas en zonas llanas para incorporarlas al balance de consumo nacional.
«Son programas que no tienen marcha atrás, y están estudiados y disponen del concurso de todos los serranos», sustentó. Esa será otra historia para hermanar hombres en el lomerío cuando, el éxodo poblacional y bajas producciones, obligan a todos a insuflar esfuerzos.