El semblante de Melissa Carrazana Acosta, paciente en el Hogar Materno del Policlínico Gregorio Pedroso, en el Consejo Popular de Calabazar de Sagua, demuestra la atención esmerada que recibe en la referida instalación del sistema de Salud en Encrucijada que preserva en cero las tasas de mortalidad infantil y materna casi al cierre del 2025.

Aunque Melissa reside en la cabecera municipal, tales parámetros humanísimos se han conservado en la referida etapa en un territorio que cuenta con comunidades algo distantes como El Santo o Emilio Córdova, por sólo citar algunos ejemplos.

Pero el empeño científico y sostenido del grupo de trabajo multifactorial que atiende tan sensible programa, la inteligencia y las alternativas en medio de tan complejo panorama, la participación activa y oportuna de los médicos y enfermeras de la familia, ya sea en lugares de difícil acceso como Dos Amigos o El Perico, ha permito escribir una receta de virtud, de atención primaria y espiritual a las gestantes para que tengan un feliz alumbramiento.

Melissa reconoce que el equipo médico del Hogar Materno son exquisitos con el tratamiento a las embarazadas, la alimentación es muy aceptable y las habitaciones y la instalación han sido remodeladas por trabajadores por cuenta propia que han tomado como suyo la conservación del sagrado centro de salud en el territorio.

En un confortable espacio, Melissa agradece lo que el Estado cubano hace por ellas, aún entre tantas limitaciones, porque en la escuela la maestra le decía que el ejemplo de Fidel tenía que seguir en todas partes.

Les deseó un alumbramiento satisfactorio a las gestantes que comparten un trato inolvidable en este orgullo de la Medicina encrucijadense.