Cuando recordamos al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, no miramos hacia atrás para anclarnos en el pasado, sino para encontrar en su pensamiento la brújula que orienta el presente e ilumina el futuro. Y fue en la juventud donde puso sus mayores esperanzas, llamándolos los "Pinos Nuevos".

En sus palabras a los jóvenes, el Comandante no invitaba a la nostalgia, sino a la acción. No convocaba a recordar hazañas, sino a escribir la historia nueva.

La Generación del Centenario de Fidel es la que hoy construye, trabaja y sueña en Cuba. Son jóvenes que, si bien no asaltaron cuarteles, libran ahora batallas desde distintos frentes.

Para comprender cómo se mantiene vivo este ideario, conversamos con Erikel Machín, un joven que abraza y defiende el pensamiento fidelista.

«La Generación del Centenario de Fidel es un ejército unido, no solo dos, ni tres, ni cuatro jóvenes. Estamos presentes en cada barrio, en cada comité y en cada centro de trabajo. Continuaremos adelante porque somos revolucionarios, y ante todo, somos humanos. Este humanismo fue siempre un legado de Fidel, quien nos recordaba su importancia.

«Fidel Castro es y será el líder histórico de la Revolución, y hoy, para la juventud, representa un ejemplo a seguir. Su presencia nos acompaña, y es por eso que cada batalla y cada idea que se libra en la actualidad se gesta con él de la mano, día tras día».

Forjadas en el legado heroico de las glorias pasadas, las nuevas generaciones de cubanos están convencidas  de que no existe batalla invencible. Así lo confirmó Erikel Machín:

«Nada es imposible para nosotros los jóvenes cubanos, porque poseemos un ideal histórico que nos ha guiado y educado. El Comandante siempre nos instaba a comprender el "sentido del momento histórico". Creo firmemente que el concepto de Revolución de Fidel Castro es un ejemplo que perdurará de generación en generación».

Fidel no es pasado. Es el futuro que se construye con las manos de los jóvenes. Es la confianza en que, ante los mayores heroísmos que el futuro exija, los Pinos Nuevos estarán allí, crecidos y firmes, para defender y enriquecer la obra de la Revolución.