A Marlon no lo conocía personalmente y en plena faena recolectora de la papa le hice algunas preguntas para conocer por qué logra magníficos resultados en un área de apenas 12 hectáreas. 

Periodista: ¿Cómo surgió el parentesco tuyo con la tierra?

Marlon: La tierra era de mis abuelos y se ha ido heredando, primero fue de mi papá y mi tía, y ahora el que la trabaja soy yo. Y ahí estamos.

Periodista: Eres un productor de cultivos varios fundamentalmente.

Marlon: Sí, sembramos lo normal que siembra cualquier campesino, yuca, boniato, frijol, tomate, maíz…de todo. Y este año como estás viendo, me arriesgué a sembrar papa. 

Periodista: ¿Y cómo te convencieron de sembrar papa por primera vez?

Marlon: Esta ha sido una tarea difícil pero es nuevo no solo para nosotros, y uno pregunta mucho y se asesora.

Periodista: La papa es como el boniato, te cobra lo que no le haces y todo el mundo se fija en ella...

Marlon: Sí, eso es verdad, como dicen los amigos míos, la papa es una chismosa, ja, ja, ja. Pero no tengo miedo, porque como ves está saliendo bien. Para eso nos hemos esforzado mucho y hemos tenido ayuda de los amigos y de los campesinos con mayor experiencia.

Periodista: ¿Qué área de papa sembraste?

Marlon: Solo 1,3 hectáreas, es una pequeña área para empezar, pero estoy embullado con mis amigos, si disponemos de semillas para sembrar un poco más en la próxima campaña de papa. 

Periodista: ¿Y ganadería tienes?

Marlon: Muy poca, solo dos vacas para el autoconsumo de la familia. 

Periodista: El fuerte tuyo son los cultivos varios

Marlon: Sí, pero quiero aclarar que soy nuevo en esta tarea, lo que llevo en el campo son apenas tres años, para mí casi todo es nuevo. 

Periodista: Pero eso es una gran ventaja porque tienes juventud, tiempo por delante y deseos de aprender. 

Marlon: Eso sí, y la experiencia se va alcanzando poco a poco. Uno lo que no puede es pensar que lo sabe todo sino ir preguntando, haciendo las cosas y aprendiendo. Y echar palante. 

En ese instante me sorprendió ver entre los que recolectaban la papa el rostro lampiño de un jovencito de nombre David y quise conocer sus motivaciones. 

David: Aquí estoy buscándome los cuatro pesos, me gusta la agricultura y aquí me gano el dinero honradamente. Saco mi comida, mi dinero y ayudo al pueblo.