En la compleja geografía donde la llanura del Cauto se encuentra con las estribaciones de la Sierra Maestra, una brigada de constructores lleva casi un mes librando una de las batallas más difíciles tras el paso del huracán Melissa.
Integrada por bulldozeristas, choferes, operadores e ingenieros de la ECOING 25 de Encrucijada, Villa Clara, y reforzada por fuerzas de otras provincias, el grupo enfrenta condiciones extremas para reconectar la red eléctrica. Su director, Leonel Fariñas Crespo, detalló los pormenores de la misión.
«La tarea principal era dar acceso a las seis torres de alta tensión derribadas. La zona es muy intrincada, en el límite de tres provincias. Diariamente recorremos cerca de treinta kilómetros con los camiones, transportando material por terrenos inundados y plagados de mosquitos. No obstante, ya tenemos ejecutado el ochenta por ciento del trabajo», explicó Fariñas Crespo.

Ante la imposibilidad de usar grúas de gran porte, la ingeniosidad y el esfuerzo han sido clave. «La tarea más difícil fue llegar a las torres. Ya hemos accedido a las seis y montado dos completamente. Este fin de semana levantaremos otras dos. En coordinación con la Empresa Eléctrica, proyectamos terminar esta misión en los próximos diez días para restablecer el suministro entre Santiago de Cuba y Granma», afirmó.
El compromiso de la brigada ha sido puesto a prueba más allá de lo técnico. «Aproximadamente el cincuenta por ciento de nuestra fuerza contrajo arbovirosis, pero nadie abandonó. Cumplimos reposo y nos reincorporamos, porque la misión es urgente y de aquí no nos vamos hasta que esté terminada», destacó el director.
A pesar del fango, las enfermedades y la lejanía de sus hogares, los constructores encrucijadenses no cejan en su empeño.
