La música despierta nuestro cerebro, lo llena de estímulos y, además, le resulta placentero.
Gracias a la investigación en este campo, hoy sabemos exactamente qué provoca en nosotros y cómo nos ayuda a ser más felices.
Sin duda, escuchar una canción que realmente nos gusta, activa todo nuestro cuerpo. Nos incita a bailar, e incluso aumentamos el ritmo al caminar. Esta activación de la endorfina, y del sistema cardiovascular, tiene efectos directos en nuestra salud, sobre todo, cuando acariciamos la tercera edad.