Hoy la ciudad se une para rendir homenaje a Silverio, un reconocimiento a su incansable labor. Más que un director de teatro, Ramón Silverio es el arquitecto del proyecto El Mejunje, un espacio que trascendió los límites de un simple edificio para convertirse en un símbolo de libertad creativa y un crisol de identidades. El Mejunje es un lugar donde convergen generaciones sensibles, donde todos se sienten bienvenidos y representados.
Es el ejemplo del compromiso de Silverio con la inclusión y la promoción de la diversidad. Pero la labor de Silverio va mucho más allá de un centro cultural. Es un apasionado promotor de la cultura, un buscador incansable de talentos y un defensor del derecho de todos a acceder a la expresión artística.
Su trayectoria está marcada por la pasión, la innovación y un profundo compromiso con la comunidad. Desde sus inicios en el mundo del arte, Silverio ha demostrado una habilidad especial para conectar con las personas, comprender sus necesidades y transformar sus inquietudes en proyectos culturales que enriquecen la vida de todos. El Mejunje, bajo la guía de Silverio, ha abierto las puertas a artistas emergentes y ha brindado un escenario a voces que de otra manera no hubieran sido escuchadas.
Ha fomentado el diálogo intergeneracional, el intercambio de ideas y el respeto por la diversidad de identidades. Ha creado un ambiente de colaboración y aprendizaje donde los artistas pueden experimentar, crecer y compartir su talento. Pero el alcance del trabajo de Silverio se extiende mucho más allá de los muros del Mejunje.
Ha participado activamente en proyectos culturales a nivel local, nacional e internacional llevando el nombre de Santa Clara y el arte cubano a diversos escenarios del mundo. Ha colaborado con instituciones, organizaciones y artistas de diferentes culturas fortaleciendo los lazos de unidad y promoviendo el intercambio de experiencias. Hoy Santa Clara reconoce esta trayectoria, un hombre que ha dedicado su vida a la promoción a la defensa de la diversidad y la construcción de la justicia.
Su legado perdurará en el tiempo, inspirando a las nuevas generaciones a seguir trabajando por un mundo donde la cultura sea un símbolo de libertad. Su dedicación y su visión han hecho de Santa Clara un referente a nivel nacional e internacional.