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“A dos voces” con Leonardo Pérez
Foto: Osdany Meriño González

“A dos voces” con Leonardo Pérez (+Pódcast)

Beatriz Hernández García

Viernes, 19 Julio 2024 23:09

CMHW comparte la transcripción del séptimo episodio de “A dos voces”, el pódcast de la Redacción digital de la emisora.

Samuel: Bienvenidos a un nuevo episodio de “A dos voces”, un pódcast de la Redacción digital de CMHW. Este es un espacio para la conversación desenfadada que compartimos cada martes, justo a las tres de la tarde en nuestro canal de Ivoox. 

Samuel: Hoy nos movemos al mundo del deporte, hasta los tabloncillos, para compartir con uno de los mejores, si no el mejor baloncestista de Cuba de todos los tiempos: Leonardo Maravilla Pérez. Bienvenido.

Samuel: Excepcionales habilidades para conducir el juego y un excelente anotador son algunas de las cualidades que lo definen como jugador. Participó en dos Campeonatos Mundiales, usted me dice si es así o no, 1986 y 1994. Dos Juegos Panamericanos: Caracas 1983 y La Habana 1991. Tres Juegos Centroamericanos y del Caribe: Santiago de los Caballeros 1986, Ciudad de México 1990 (Bronce) y Ponce en 1993, donde obtuvieron plata. Siete Centro Basket: 1985 (Bronce), 1987 y 1989 (Bronce en el 89), en el 91 (Bronce), en el 93 plata, en el 95 oro y en el 97 oro. ¿Es así?

Samuel: Ganó nueve veces el Campeonato Nacional con los Lobos de Villa Clara, ocho como jugador y una vez como director técnico y fue campeón tres veces como director técnico de centrales en la Liga Superior de Baloncesto (2001 2002 y 2003). No por gusto, Leonardo Maravilla Pérez.

Samuel: Leonardo, ¿cuándo comenzó su pasión por el baloncesto?

Leonardo: Ante todo un saludo a los compañeros que son seguidores sobre todo de este programa. Mi inicio en el baloncesto fue producto de mi hermano. Mi hermano fue selección nacional durante diez años y es uno de los jugadores de la medalla olímpica de Munich en el año 1972, la única que tiene el baloncesto en Cuba y creo que producto de los partidos que de una forma u otra televisaban, a mí siempre me empezó a inclinar este deporte. Además del béisbol, porque mi otro hermano jugaba béisbol, yo al final me incliné por el básquetbol.

Samuel: ¿Y cómo es que llega al alto rendimiento? ¿Cómo es ese salto de aficionado, que le gusta motivado por su hermano? ¿Y cómo llega al alto rendimiento?

Leonardo: Bueno, es que yo comencé muy joven, de niño. Ya con ocho años, yo tenía una pelota en mis manos. Yo vivo frente a una cancha, yo nací frente al Campo Sport, o sea, al Aurelio Janet. En la carretera a Camajuaní y yo no salía de ahí de la cancha. Yo era casi todo el día ahí, después que yo terminaba mis clases.

Samuel: Entonces ahí fueron sus primeros encestes, por decirlo de alguna manera.

Leonardo: Mis primeros encestes, pero yo jugaba con jugadores que eran mayores que yo y más altos que yo. Eso me hizo crear la habilidad en cuanto a tener que anotar los jugadores que eran más altos que yo y eso lo fui continuando. Y en los juegos escolares yo siempre me destaqué mucho y realmente fue rápido mi salto al alto rendimiento.

Samuel: ¿Y cómo llega el equipo de mayores?

Leonardo: En el año 80, yo juego mi último juvenil, o sea, mi último juvenil, no, mi primer juvenil y ya de ahí me seleccionan para el equipo nacional juvenil. Ahí estuve un año en la ESPA y al otro año ya yo salto a la preselección nacional.

Samuel: Podemos destacar que usted no tiene esa estatura que tienen los baloncestistas actuales. ¿Cuánto mide usted, Leonardo?

Leonardo: 1,85.

Samuel: No es un hombre de baja estatura, pero tampoco que sobresalga demasiado por el tamaño. Sí, en el básquetbol y sobre todo en el básquetbol actual, sí soy un jugador pequeño. En todas las épocas, o sea, tal vez cuando el tiempo de mi hermano, en la década del 70, yo era un jugador normal, pero ya después era un jugador chico, ya después de los años 80.

Samuel: Generalmente son los hombres de más de dos metros, bueno, es que también hay un poder de salto tremendo en los jugadores que clavan la pelota en el centro.¿Usted lo podía hacer?

Leonardo: Sí, sí, sí, sí, yo tenía buena aceptabilidad, tenía también buena rapidez. Yo traté de reunir cualidades, que era como yo podía contrarrestar los jugadores más altos. Si no, me era muy difícil, siempre me era difícil.

Samuel: Porque en su propio equipo seguramente había jugadores más altos.

Leonardo: Sí, sí, sí, mucho más, como no.

Foto: Tomada de Jit

Samuel: Pero no con tantas habilidades como Leonardo ‘Maravilla’ Pérez.

Leonardo: Bueno, en verdad, no, es verdad que yo revolucioné un poco el baloncesto aquí en Cuba en mis tiempos y creo que hoy en día se hacen cosas que yo hice en tiempos que muy pocos lo hacíamos, ¿no? Debo reconocer eso, sí.

Samuel: Usted me hablaba de su hermano, pero ¿qué otros referentes tenía Leonardo Pérez en sus inicios y que forman parte importante de su formación como atleta?

Leonardo: Bueno, yo admiré mucho al fallecido Alejandro Urgellés. Urgellés era un jugador muy agresivo y era un jugador combativo, un jugador serio a la hora de entrar en la cancha y era un jugador muy respetado, inclusive internacionalmente. Yo, en ese aspecto, la agresividad y eso, fue algo que sí estuve constantemente fijándome en él.

Samuel: Me imagino que usted conserve todavía los videos de los juegos donde participó, seguramente los tiene bien archivados.

Leonardo: ¿Qué pasa? En mi tiempo, no sé, no sé, no es como ahora que todo el mundo tiene teléfono. En mi tiempo no había esas tantas grabaciones. Sí tengo el juego del Dream Team, en el año 92, que fue en Estados Unidos. Ese partido sí está en el mundo entero y algunos otros que se buscan en YouTube.

Samuel: ¿Qué siente usted cuando ve esos partidos?

Leonardo: Sí, yo el otro día estaba viendo un juego de Cuba-México en un Centro-Basquet

Samuel: ¿Sale alguna lágrima en ese momento?

Leonardo: Bueno, no, no. No he llegado hasta allá, pero realmente sí, sí, y yo que físicamente he cambiado mucho...cuando me veo así tan delgado, no, ni me lo creo.

Samuel: ¿Y a qué se debe eso, Leonardo? ¿A la falta de entrenamiento, que tuvo mucho y ahora no tiene?

Leonardo: Yo la verdad, es como que soy un vagón. Será por tanto en mi vida que tuve que entrenar forzado. Y realmente, mis padres también tienen un biotipo así, parecido. Y creo que yo, los últimos años míos de atleta, pasaba mucho trabajo. Engordaba mucho y tenía que estar media limitado de alimentación, tenía que estar entrenando para seguir bien.

Foto: Osdany Meriño González

Samuel: Leonardo, ¿cómo es que llega lo de Maravilla? ¿Cómo surge? ¿Quién es el primero que se lo dice? ¿Cuándo empiezan a llamarle así Maravilla Pérez?

Leonardo: El periodista Luis Acosta, ya fallecido, como decimos nosotros, muy enfermo al baloncesto. Era enfermo al baloncesto. Y realmente él decía que este hombre hace maravilla. Es maravilla lo que hace en el terreno. Y ahí empezó y se quedó en Maravilla y Maravilla. Y cuando ya empezaron a buscarle apodo a los jugadores, tipo la NBA, él fue uno de los que empezó con eso.

Samuel: Durante sus 16 años, Leonardo, en la escuadra grande de Cuba en las décadas de los 80 y 90, fue una etapa de esplendor, sin dudas, del baloncesto cubano. ¿Cuál logro internacional cree que fue el más importante para usted?

Leonardo: Yo pienso que en el Mundial del 86. A pesar de que nosotros tuvimos el lugar 11, que bueno, cuando tú dices el lugar 11 en el mundo, en países desarrollados, para nosotros, es un magnífico lugar. Y dentro del lugar 11, yo estuve entre los 6 mejores anotadores.

Samuel: Quedó la espinita de no jugar en una Olimpiada. ¿Qué le faltó a esa generación de excelentes basquetbolistas para dar ese último paso de la Olimpiada?

Leonardo: Hubo un momento en que las clasificaciones por el continente daban menos plazas. Las clasificaciones no eran como ahora, que tú me visitas y yo te visito. Y era bien difícil, bien difícil para nosotros. Aquí, por ejemplo, en el continente americano, te daban cuatro plazas. Imagínense en un Preolímpico, en un Preolímpico donde estaban Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, México, Argentina, Venezuela, Panamá, para cuatro plazas.

Leonardo: A nosotros siempre nos era bien difícil. Hacíamos muy buenos partidos contra todos, porque teníamos calidad para ganar y perder, pero era bien difícil. En el Preolímpico 92 estuvimos a punto de clasificar, pero nos pasó lo mismo.

Samuel: Hablando de ese Preolímpico de Portland, Estados Unidos, y en el enfrentamiento con el Dream Team americano, calificado como el mejor equipo de baloncesto que se haya armado en la historia, con Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird y compañía. ¿Usted estuvo allí con esos grandes? ¿Tuvo algún contacto con ellos? ¿Conversaron?

Leonardo: No, no, no. Ellos son multimillonarios, son jugadores que realmente tuvieron muy poco contacto en ese momento con todo el mundo. Pero tuvimos el privilegio de tirar una foto con ellos.

Samuel: ¿Cómo es eso de estar en la cancha con esos grandes jugadores?

Leonardo: Le hago una anécdota corta.

Samuel: ¿Impresionan?

Leonardo: Mucho. Nosotros estábamos acostumbrados a verlos solamente en aquel tiempo por videos. Cuando vimos a David Robinson de aquí a ahí, un jugador que mide 7 pies y pesa 350, imagínate. Shaquille O'Neal, que no estaba en ese equipo, pero fueron jugadores que hemos visto, y que realmente impresionan demasiado. Y nosotros en el hotel todavía no sabíamos a qué nos íbamos a enfrentar. Eso fue el primer día. El primer día de competencia fue el juego contra nosotros. Por eso fue que nos sacaron tantos puntos. El récord que tienen ellos de más puntos contra todos los equipos fue contra nosotros.

Samuel: ¿Cuántos puntos le hicieron?

Leonardo: 57 puntos hicimos nosotros. Nos sacaron como 76 puntos.

Samuel: ¿Y de esos 57 cuántos fueron suyos?

Leonardo: 13, 13 puntos.

Samuel: ¿El promedio de anotaciones de Leonardo ‘Maravilla’ Pérez, de por vida lo tiene?

Leonardo Pérez: No, el tema es que esas son las cosas que realmente existen en el béisbol, que en el basquet no se lleva. Eso nunca se ha llevado a nadie aquí, de por vida. Esas son cosas que aquí nunca se ha hecho. Aquí lo que se saca es por torneo.

Foto: Tomada de Primera Hora

Samuel: ¿Considera Leonardo ‘Maravilla’ Pérez que tenía el nivel suficiente para haber jugado en el baloncesto mundial, en la NBA? Porque se le llegó a comparar incluso con Drazen Petrovic. ¿Considera que usted tenía ese nivel para llegar a esa élite del baloncesto en el mundo?

Leonardo: Sí, yo creo que sí. El problema es que todos esos jugadores que llegaron allí, estuvimos juntos jugando. Lo que pasa es que ellos tuvieron el desarrollo posterior que no tuve yo. Pero le pongo un ejemplo, el defensa organizador de Chicago Bulls, cuando ganaron, fue un jugador que jugó contra nosotros en Sagres, en la Universidad de Sagres. Fue un jugador normal, le metí 28 puntos normal y él me defendió siempre. Y fue regular después, con McEllord, Scottie Pippen, él era el jugador regular de los años que ganó Chicago Bulls.

Samuel: Viéndolo así, usted hubiera podido estar en ese equipo.

Leonardo: Claro, porque él tuvo la continuidad, que es lo que nos faltaba a nosotros aquí. Ya uno llega a una élite y ya de esa élite ya es muy difícil continuar. Tienes que encontrarte muchos jugadores que sean mucho mejores que tú para poder tener ese desarrollo.

Samuel: Y quizás los topes internacionales también se le hacen un poco esquivos a los equipos cubanos por cuestiones de limitaciones económicas, viajes, etc.

Leonardo: Pero no sé si se da cuenta hoy en día, que nosotros antes, cuando estaba en el campo socialista, teníamos muchos torneos. Por ejemplo, en Panamá estaba la Copa Latina, en Bulgaria la Copa Sofía. Esos eran torneos que todos los años se hacían. Teníamos un torneo en España, los Cuatro Grandes. Eran oficialmente torneos. Ya se da cuenta que hoy no existen los torneos. Hoy lo que hay es liga. Entonces los atletas juegan mucho, juegan mucho. Y eso es el desarrollo. No como antes.

Leonardo: Nosotros íbamos a la Copa Sofía en mayo y ya después para jugar internacionalmente otra vez, hasta en agosto no jugábamos otra vez. Era muy esporádico. Entonces era entrenar, entrenar, entrenar, entrenar, entrenar, entrenar. Y realmente la vida ha demostrado que el basquet es juega, juega, juega, juega, juega, juega.  Y así vas aprendiendo y vas viendo las maldades del baloncesto.

Samuel: En el ámbito doméstico, Leonardo ‘Maravilla’ Pérez formó parte de una etapa gloriosa con los Lobos de Villa Clara en la Liga Superior de Baloncesto. ¿Cuál fue la clave de ese gran equipo de los Lobos?

Leonardo: Hay algo que yo siempre le digo a mucha gente que me hacen esa pregunta. Nosotros tenemos jugadores de calidad realmente. Moré, estaba Pedro Abreu, estaba, que en paz descanse, el loco Mestre, que era un loco pero te metía 20 puntos todos los días. Y después viene la generación de Yudí, Lázaro Borrell, Liván, Ismael, Boris. Todos esos eran buenos jugadores a pesar de que no hayan llegado a las selecciones nacionales. Pero nosotros teníamos algo que había muy buenos entrenadores aquí en Villa Clara. Y esos muy buenos entrenadores querían realmente que los Lobos ganaran.

Leonardo: Siempre, cada vez que nosotros teníamos deficiencias en los partidos, al otro día se reunían, conversaban, compartían criterios. Y entonces eso te hace que el mismo entrenador a la hora de trabajar hacia los otros partidos, lo haga de mejor manera porque ya han analizado partidos. Y eso que existe hoy, por ejemplo, los equipos hoy tienen seis asistentes, entre doctores, psicólogos, pero tienen cuatro asistentes. Y tienen uno para la defensa, tienen uno para la ofensiva, tienen un comunicador, tienen otro en la grada mirando detalles. Pero el scouting es mucho. Antes no existía eso. Nosotros íbamos a jugar con los yugoslavos sin saber a que tú no ibas. Hoy tú bajas el teléfono y googleas. Te lo da todo.

Foto: Tomada de Jit

Samuel: Después del retiro como jugador, ¿qué se mantuvo haciendo Leonardo Pérez?

Leonardo: Bueno, yo a los dos meses de retirarme, ya estaba allá con el equipo nacional juvenil.

Samuel: ¿En qué año fue el retiro?

Leonardo: En el 98. Y a los dos meses estaba en el equipo nacional juvenil. Yo estaba allá en el equipo nacional juvenil.

Samuel: ¿Como director del equipo?

Leonardo: No, no, no. Tomás Herrera, que en paz descanse, que era el comisionado de aquel tiempo sabía que a mí siempre me gustaba ser entrenador. Yo decía que después que yo me retirara iba a ser entrenador. Y enseguida él, con aquella vista que tenía, como para que yo ni me perdiera, enseguida me puso en la ESPA. Y hasta hoy lo que he hecho es entrenar.

Samuel: ¿Lo sigue haciendo actualmente? Yo estuve trabajando en Vietnam, estuve en Nicaragua.Y realmente ahora estaba esperando a ver si me volvía a ir a Nicaragua. Pero todo este tiempo he estado trabajando.

Samuel: ¿Nunca ha estado inactivo?

Leonardo: No, no, no. ¿En cuanto al deporte? ¿Como entrenador? Ahora, en este tiempo. ¿Pero esperando una posibilidad? Sí, porque mi mamá se enfermó y no me pude ir más.

Samuel: ¿Qué cree de la salud del baloncesto cubano hoy? Tanto el que se juega dentro de la isla, como en el equipo nacional, como en los partidos internacionales que puedan existir.

Leonardo: Lo primero es que los entrenadores se han perdido. Los entrenadores se han perdido. Nadie quiere trabajar hablando lo que es.

Samuel: ¿Quizás influye que tengan contratos en el exterior que son mejor remunerados y abandonen el país por eso?

Leonardo: Bueno, a ver, eso es parte del estímulo de los mismos jugadores. Ahora mismo, mira, los jugadores ya que se sienten un poco más hechos, que tienen una economía diferente, sí quieren jugar por Cuba. Porque aquí la gente generalmente no quiere irse. Aquí nadie quiere irse, aquí todo el mundo quiere jugar por su país. Si pudiera hacerlo. Y eso en el mundo entero es igual. Todo el mundo juega por ahí, todo el mundo juega por acá, pero después va y juega por su país. Eso siempre ha sido así.

Leonardo: Nosotros creo que estuvimos mucho atrás con eso. Porque hace muchos años que eso ha sido así. Y mire, ya tuvimos, por ejemplo, hoy en día, tuvimos un buen resultado. El último partido contra Estados Unidos —cualquier equipo de Estados Unidos juega—, mira, le pudimos ganar. Pero cuando tú sacas la cuenta, ¿cuántos jugadores eran que estaban jugando internacionalmente? Ninguno entrenó aquí. Casi ninguno. Por lo menos la parte gruesa del equipo. La vida te está demostrando. Mira el equipo de voleibol. Como ahora mismo también tienen jugadores. Todos están igual. Entonces, creo que nos hemos demorado mucho en eso. De verdad.

Foto: Osdany Meriño González

Samuel: Leonardo, antes la Liga Superior de Baloncesto era un espectáculo. Hoy no es ese espectáculo que llegó a ser...

Leonardo: Bueno, lo primero es que no hay jugadores. O sea, sí hay jugadores, lo que hay es que trabajar. Porque sí hay jugadores. No puedo tampoco decir que no hay jugadores, porque aquí sí hay jugadores. Pero si no tenemos entrenadores, ¿cómo se desarrolla? Pero hay que trabajar. Y hay una cosa, fíjese, hay cosas que pueden favorecer, si realmente lo ves desde otro punto de vista. Hay grandes jugadores que están fuera. Pero los que están en provincia, hay que trabajar con eso. Hay que trabajar con esos que están en provincia. Y que todo el mundo tiene la mente en irse. Nadie está concentrado aquí en que vamos a hacerlo aquí, vamos a trabajar aquí. No saben jugar básquet. ¿Y ya están pensando en una liga? Aprende a jugar baloncesto primero y después...

Samuel: Y quizás pase a otros deportes también, no solo en el baloncesto.

Leonardo: Sí, sí, sí. Estoy hablando del mío, que es el que yo conozco. En otros igual. 

Samuel: Si usted tuviera la facultad de decidir, qué hiciera hoy que estamos hablando, Leonardo ‘Maravilla’ Pérez, para lograr ese realce que necesita el baloncesto en nuestra nación.

Leonardo: Si me disculpa, eso ya es un análisis tan grande que yo ahora no puedo decirle, mira, yo hiciera esto y esto y esto. Si hay algo que hacer, ¿me entiende? Y lo primero es trabajar. Pero a través del trabajo, es verdad que tiene que haber también muchas cosas. Tiene que haber estímulo, tiene que haber algo que... Mira, si yo, por ejemplo, no puedo estimularte, deja que se estimule el mismo atleta. Deja que se estimule el mismo entrenador. Si yo no lo puedo hacer aquí, lo hago allí. Yo estuve en Vietnam trabajando, pero estoy aquí. Yo estuve en Nicaragua trabajando, pero estoy aquí. Cuando empiece la Liga Superior, si yo estoy aquí, voy a trabajar con la Liga Superior aquí en Cuba. ¿Me entiende? Porque hay otros que no quieren regresar, pero hay otros que sí regresan.

Leonardo: Entonces, con los que regresamos, vamos a trabajar con los que regresamos.

Samuel: Hablaba de la familia hace unos minutos. Háblenos un poco de su familia, Leonardo.

Leonardo: Bueno, a ver. Mi familia ha sido una familia deportiva. Inclusive, mi mamá trabajó en la EIDE de baloncesto. Cuando aquí no había EIDE, la EIDE aquí eran por casas. Y entonces, mi mamá trabajó en la casa del baloncesto y el voleibol. Y bueno, mi hermano, como ustedes saben, fue selección nacional unos cuantos años. Más de diez años. Mi hermana, que comenzó también en el baloncesto, pero al final después fue dirigente aquí de nuestra provincia. En los CDR, fue coordinadora provincial y después fue directora de servicios. Bueno, no puedo dejar de reconocer a mi nena, que está en La Habana, que también fue parte de mi inspiración. A ella, que la quiero mucho y le deseo lo mejor. Y que estoy muy orgulloso de ella.

Leonardo: ¿Qué siente usted cuando pasa por ahí, por lo que llamamos el Campo Sport, en la carretera a Camajuaní, que fue el sitio inicial donde usted jugó sus primeros partidos de niño, con ocho años, me decía...cuando pasa por ahí, ¿qué recuerda?

LeonardoBueno, yo me siento súper bien. ¿Por qué? Porque mi primer entrenador fue la Sorotti Lachi, recién fallecido. Y él fue prácticamente el iniciador de ahí, de esa cancha. Y le hicimos un homenaje. Aquello quedó muy bonito. Y no solo a él, se lo hicimos también a Alfredo Molina y se lo hicimos a Ávalos, que fueron entrenadores de muy buena calidad que iniciaron ahí a muchos jugadores.

Leonardo: Mi mamá todavía se mantiene viviendo ahí. Yo estoy viviendo cerca ahí también. Y realmente paso mucho y siempre miro. Me siento bien, ¿por qué? Porque removí aquello allí y se pintó. Y eso está pintadito, lo más bonito. Y ahora lo que estamos tratando es mantenerlo casi siempre así. Y lo último que queremos hacer ahora es poner una foto en grande de Lachi o pintarlo.

Samuel: ¿Lo conocen los muchachos que van a practicar baloncesto ahí?

Leonardo: Sí, sí, sí. Porque los entrenadores, ¿me entiendes? Siempre, cada vez que voy, informalmente he llegado ahí y me han dicho ¡Venga, venga!

Samuel: ¿Todavía coge la pelota?

Leonardo: Me llaman, me llaman.

Samuel: ¿Ya no lo has hecho más?

Leonardo: Ah, el día que hicimos el homenaje a Lachi. Me dijeron coge la pelota ahí. Al final yo pensaba que no iba a llegar, pero bueno, hasta la anoté.

Samuel: ¿Verdad?

Leonardo: Sí.

Samuel: Mantiene la puntería entonces.

Leonardo: Anoté, anoté, anoté.

Samuel: Pero esa no es su última canasta. Tienen que venir más, pienso yo. De alguna manera, no sé. Esa no puede ser la última. No, no, no.

Samuel: ¿Y escucha la W? ¿Escucha la radio Leonardo ‘Maravilla’ Pérez?

Leonardo: Sí, sí, sí, claro, cómo no.

Samuel: ¿Qué programas escucha?

Leonardo: Ah, La Explosión. Lo que pasa es que no tengo mucho más tiempo para estarlo viendo más. Pero La Explosión ya desde años mi mamá siempre me dice a mí, dígale a Normando que me mencione que yo lo oigo todo el día. Mi mamá tiene 93 años. Y ella siempre oye La Explosión.

Samuel: ¿Y la pelota? ¿También?

Leonardo: Sí, ella sí ve la pelota.

Samuel: Algo que usted quiera apuntar que no hayamos hablado, que no quisiera dejar de decir.

Leonardo: Yo siempre he abordado por el tema la atención a los atletas o atención a los atletas retirados que no ha sido la mejor. He abordado siempre con el tema de que aquí los carros, todo eso es para los medallistas olímpicos, medallistas mundiales. Yo pongo un ejemplo solamente que creo que pudiera tener un carro también y no es medallista ni mundial, ni es medallista olímpico, ni es nada. Benavides, el jockey de hockey. El jockey hizo un top de estrella en el mundo. El jockey, se sacaron nueve jugadores en el mundo y él estuvo entre los nueve jugadores en el mundo. Y no lo tiene. Y no fue medallista, pero fue uno de los mejores jugadores del mundo. Entonces yo pienso que esas cosas también se pueden llegar a concretar, que generalmente no tienen que ser olímpicos todos, ni tienen que ser mundialistas.

Leonardo: Esos atletas que tienen sus medallas, por supuesto, es un respeto a ellos grande. Pero también hay otros atletas que también han tenido una calidad mundial y no han tenido la suerte de tener una medalla. ¿Me entiendes? Entonces la atención es solamente para los medallistas.

Samuel: Y hablando de ese auto, ¿lo tiene Leonardo Pérez?

Leonardo: No, yo no tengo auto. Yo tuve un auto comprado.

Samuel: ¿Por usted?

Leonardo: Sí, sí, pero auto asignado, no. Y aquí siempre es muy difícil, ni la provincia te autoriza, porque a lo mejor se puede tener un carro aquí de uso, cualquiera, y que es bastante que hay, pero es un problema eso. En nuestro país eso es un problema.

Leonardo: A que cualquier jugador, de cualquier presidente de tu provincia te diga, mira, este auto, este lada, que estaba ahí chocado, mira, lo mejoramos un poquito, mira, es lo que te podemos dar. Ni eso pueden hacer.

Samuel: ¿Qué tiene Santa Clara para Leonardo ‘Maravilla’ Pérez? Que nació aquí, está aquí, parece que estará aquí. ¿Qué le ata a la ciudad?

Leonardo: A ver, yo viví muchos años en La Habana. Nunca dejé de venir aquí. No es solo por mi familia, sino que a mí Santa Clara siempre me ha gustado. Siempre me ha gustado, hasta el fin que yo me divorcié en La Habana y vine a vivir para acá. Yo vine a vivir para acá, hace poco.

Samuel: ¿Qué recomendación le tiene a esos muchachos que se adentren en el mundo del baloncesto? A esos mismos que están ahí en el Aurelio Yanet, a los que están practicando ese deporte, los más pequeños que pudieran ser el futuro del baloncesto en nuestro país.

Leonardo: El básquet es un deporte que realmente lleva mucho, porque el básquet no es como el voleibol, que tú saltas y rematas, independientemente de que el voleibol sea un deporte difícil también. Pero es que el básquet tiene que tener mucha precisión, tiene que saber driblear, tiene que saber tirar, tiene que saber mover, tiene que saber muchas cosas. Y, por ejemplo, la gente ve muy fácil tirar detrás y meterla, pero como parece no es tan fácil. Realmente el básquet lo practicas 20 años y no lo aprendes a jugar. Juegas, pero no lo aprendes a jugar.

Samuel: le agradezco muchísimo a Leonardo Maravilla Pérez.

Leonardo: Yo le agradezco a usted también la posibilidad también de expresar cosas que muchos ni conocían y otros que sí conocían.

Samuel: ¿Y quedó algo por decir de esas cosas que no se conocen, que se puedan decir? ¿Quedó algo que lo hayas recordado ahora de última hora para tener la primicia?

Leonardo: Siempre hay muchas cosas que hablar, sobre todo del deporte. Yo le agradezco mucho al baloncesto. Es mi vida. Y lo que yo sé hacer es eso. Sé hacer otras cosas. No jugar, pero ya por lo menos enseñar. Y me gustaría seguir enseñando. Mi experiencia seguirla dando, a lo que sea, donde sea.

Samuel: Sin embargo, la conversación ha sido fácil, no ha sido difícil...

Leonardo: Sí, ha sido fácil porque son cosas que realmente son reales y cuando uno habla de la realidad, de uno mismo es fácil. Y yo sí le digo, yo le agradezco mucho que ustedes me hayan dado la posibilidad de expresar muchas cosas. No solamente de mí, de nuestro deporte como está, que realmente está pasando por un momento, estamos hablando nacionalmente, no muy bueno.

Samuel: Muchísimas gracias a Leonardo ‘Maravilla’ Pérez que vino con su esposa, vino acompañado. Le agradecemos la presencia de ustedes aquí.

Samuel: Es “A dos voces”, un pódcast de la redacción digital de CMHW. Les recuerdo que este es un espacio para la conversación desenfadada que compartimos cada martes justo a las 3 de la tarde en nuestro canal de Ivoox.