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“A dos voces” con Juan Manuel Rojas
Fotos: Beatriz Hernández García/ CMHW

“A dos voces” con Juan Manuel Rojas (+Pódcast)

Redacción digital CMHW

Viernes, 05 Julio 2024 18:24

CMHW comparte la transcripción del quinto episodio de “A dos voces”, una conversación que compartimos con Juan Manuel Rojas Pérez, analista de producción de la Empresa Constructora Militar #3 de Santa Clara y Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Samuel: Bienvenidos una vez más “A dos voces”, espacio producido por la redacción digital de CMHW y que en cada encuentro le propone conocer un poco más sobre la vida de nuestros héroes cotidianos. Y precisamente en esta ocasión la definición de héroe no le queda grande a nuestro invitado. Agradecemos por acceder a este diálogo a Juan Manuel Rojas Pérez, galardonado hace muy poco con el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Samuel: Felicidades Juan Manuel. Muchas gracias. ¿Se considera usted merecedor de este título? ¿Trabajó para él? ¿O siente que es el resultado de una vida entregada a su labor? 

Juan Manuel: Creo que el título de Héroe del Trabajo que se me ha concedido, no tan solo se me ha concedido a mí, se ha concedido también a la empresa nuestra y a cientos de compañeros que hemos trabajado durante muchos años. Nosotros llevamos trabajando ahí más de 60 años, y en 60 años han pasado grandes historias. Y creo que el reconocimiento no es tan solo a mí, sino a muchos compañeros, unos que están y otros que no están. 

Samuel: Estamos hablando de la Empresa Constructora Militar #3, de Villa Clara.

Juan Manuel: Sí, siempre he trabajado en la Empresa Constructora Militar de Villa Clara. 

Samuel: ¿Me hablaba de años? ¿Cuántos años lleva Juan Manuel? 

Juan Manuel: 61 años.

Samuel: ¿Y qué funciones ha desempeñado ahí? 

Juan Manuel: ¿Qué yo hacía? Fui escalonando, porque yo llegué ahí como electricista. Con una transformación del MICONS y la creación de las Fuerzas Armadas, vine a parar a las construcciones militares. Después fui ascendiendo de electricista a jefe de electricidad, fui jefe de grupo de electricidad, fui jefe de batallón. Después fui jefe de una unidad básica, de cientos de hombres. Y llegué de ingeniero principal a jefe de una unidad. Estuve más de 40 años de jefe de unidad básica de construcción.

Samuel: ¿Qué cargo ocupa ahora usted en la empresa? 

Juan Manuel: Yo estoy ahora en el departamento de producción de la empresa. 

Con 60 años de labor, Juan Manuel ostenta, entre otros reconocimientos, la Orden Lázaro Peña de III Grado (1999); las Medallas conmemorativas 30 y 40 aniversario de las FAR (1987 y 1997);  la Distinción Por el Servicio Distinguido en las FAR (1987 y 1988) y la Distinción Emilio Bárcenas Pier (1987). Foto: Juvenal Balán /Granma

Samuel: ¿Le pasó por la cabeza a usted alguna vez en estos años que usted podía ser merecedor de este título honorífico? 

Juan Manuel: Creo que eso nunca uno lo piensa, eso llega solo, porque nadie, al menos nosotros, no hemos trabajado nunca por un título o por un mérito, sino que hemos dado la vida por fortalecer las Fuerzas Armadas, por mejorar las Fuerzas Armadas, pues nos hemos entregado en alma, corazón y vida. Hemos abandonado en muchas ocasiones a la familia por dar lo mejor nuestro. 

Samuel: Ese sello que tiene usted ahora mismo en el pecho, ¿fue el que le puso el presidente? 

Juan Manuel: Sí, hay que acordarse que el presidente era de aquel territorio. Habíamos tenido relaciones de trabajo, fue muy emotivo haber sido condecorado por él. 

Samuel: ¿Le dijo algo en específico Miguel Díaz-Canel a usted? 

Juan Manuel: Me dijo: Juan, cuánto me alegro que la empresa de ustedes tenga un héroe del trabajo. Lo felicito. ¿Cómo está su familia? Bien. ¿Y la suya, presidente? Muy bien. 

Samuel: ¿Recordaba él su nombre? 

Juan Manuel: Sí, cómo no. Habíamos tenido relaciones de trabajo antes. 

Sobre su pecho, el sello dorado anticipa el carácter infatigable y la voluntad de sentirse útil con 85 años cumplidos. Luego, la conversación revela la experticia de quien domina casi todas las faenas de la construcción. Foto: Beatriz Hernández García/CMHW 

Samuel: Juan Manuel, usted nació en Placetas…

Juan Manuel: Yo nací en Placetas, el 14 de diciembre de 1938.

Samuel: ¡38! O sea que ya cumplió 85 años. Y de verdad, no lo parece. 

Juan Manuel: No lo parece, pero lo tengo.

Samuel: Cuando cursaba el séptimo grado, tuvo que abandonar sus estudios para contribuir al sustento de la familia. ¿Es cierto esto? 

Juan Manuel: Bueno, esos fueron tiempos duros y difíciles. Quizás nosotros creamos que estamos viviendo un momento difícil. ¿Qué va? Este momento, vaya, ni se parece a los momentos difíciles aquellos. 

Samuel: ¿Cómo recuerda aquella época? 

Juan Manuel: Fue muy duro. Yo fui un hijo de divorcio. Con 14 años tuve que empezar a trabajar. Mi mamá, costurera, trabajaba en la escogida, apartando tabaco. Hay un hecho que siempre lo recuerdo: mi mamá fue una mujer muy trabajadora y muy hacendosa. Ella nada más que tuvo dos hijos, pero siempre fue el paladín de nosotros. Y aquí, en la Plaza del Mercado, había un moro y mi mamá cosía todos los días 12 pantalones de montar. Él los cortaba y mi mamá los hacía. Yo venía, lo buscaba, se los llevaba, mi mamá los hacía y yo se los traía. Le pagaba 1.60. A veces un día sí, un día no. A veces tenía muchos pantalones y no los hacía. Mi mamá trabajó mucho. Yo la quise mucho y la quiero todavía.

Samuel: ¿Otros recuerdos, Juan Manuel, de aquellos años 40, 50? ¿Otros recuerdos, otras vivencias suyas de esa época?

Juan Manuel: Te digo que todos esos años fueron violentos. Nosotros estábamos por aquí, por esta zona, por esta misma zona, ahí en lo que era la Plaza del Mercado, lo que hoy es el... Coppelia. Había que haber visto aquello. Ahí, niños durmiendo a las doce de la noche, con el tremendo frío que hacía en aquella época, tapado con papel. Y así yo aprendí electricidad con un compañero que quiso ayudarme. Y aprendí con él, aprendí el oficio con él.

Samuel: ¿Cuánto ha cambiado su vida de aquella época a la actualidad? 

Juan Manuel: No, ni se parece, ni se parece. Yo vivo feliz con todo lo que la gente considera que estamos en un momento súper difícil. Sí, estamos en un momento súper difícil, pero nunca hubo un momento como aquello. Yo siempre hago la anécdota a las personas de que hay que ir a la historia y estudiar la historia. Maceo hizo la invasión de oriente a occidente sin esperar barcos que trajeran a combustible, sin esperar comida, sin esperar armas. Y ganamos la guerra. Nos la quitaron, pero la ganamos. Entonces, esa tradición la tenemos nosotros en la sangre, eso nadie la puede quitar. La guía nuestra tiene que ser la historia nuestra. 

Foto: Beatriz Hernández García/CMHW

Samuel: Usted es fundador de la Unión de Construcciones Militares. Justamente ahora se desempeña como analista A de producción de la Empresa de Construcciones Militares #3 de Villa Clara. ¿Se siente cómodo en ese cargo? 

Juan Manuel: Sí, ya es un cargo más bien de consultante, de otra cosa. Cuando hay problemas, vamos.

Samuel: ¿Cómo es un día de trabajo suyo ahí en su empresa? Y hablando de carencias, ¿cómo logran sortearlas para garantizar la calidad de las obras? Porque ustedes están en muchísimas obras, por ejemplo, tengo conocimiento de que tienen que ver con la instalación de los parques fotovoltaicos aquí en Villa Clara en estos momentos.

Juan Manuel: Estamos ahora enfrascados en eso. Se terminó uno ya ahí en... La Criolla. Y se está terminando el otro allá en la carretera que va a Corralillo. De Santo Domingo a Corralillo. Vamos bien.

Juan Manuel: El trabajo en la empresa, uno se siente bien siempre. Usted que ha visitado la empresa sabe cómo es la empresa. La empresa tiene mucha atención con sus hombres. Siempre hemos cuidado a todo el mundo. Nos llevamos como familia. El que menos lleva en la empresa, lleva más de 15 años, 20 años.

Samuel: Yo he podido comprobar que usted es una persona muy querida en su entorno. 

Juan Manuel: Yo soy muy querido porque yo quiero mucho. Nadie te quiere a ti si tú no quieres. Creo que eso es una parte que hay que alimentar: ayudar a la gente.

Samuel: Juan Manuel, con más de 60 años de experiencia en el sector de la construcción, ¿cuánto cree usted que le falta por aprender y también por enseñar sobre este oficio a las nuevas generaciones? 

Samuel: Mire, uno todos los días aprende algo. Te lo digo por experiencia. Yo no fui universitario porque no pude ser universitario. Pero fui un autodidacta y aparte de autodidacta, trabajé con muchos ingenieros, con muchos técnicos. Hay que oír. Si tú no oyes, no progresas. Y entonces, para progresar y para saber, tienes que oír, arrimarte la técnica, la ciencia. Si no practicas la ciencia y la técnica en la construcción, jamás lo vas a hacer bien. Hay que tratar de hacerlo mejor. Todos los días hacerlo mejor. Y todos los días se aprende. No importa la edad. La edad no trasciende. Trasciende el conocimiento. Trasciende el interés que tú prestes. Para mí enseñar ha sido un placer. No ocultes lo que tú sepas. Cuando tú ocultes lo que tú sepas, eres un mísero. Todo lo que practicaste y pudiste aprender, no lo ocultes, enséñalo. Y eso te da valor. Y te da estima.

Foto: Beatriz Hernández García/CMHW

Samuel: Juan Manuel, su labor demanda sacrificio. Imagino que temporadas fuera de la casa…¿cómo lo asume la familia? Coméntenos sobre la familia. 

Juan Manuel: La familia se educó en eso. Y sabía que toda la lucha era para que no le faltara nada. Para que tuvieran... aunque uno estuviera sacrificado, estuviera fuera, estuviera lejos, estuviera albergado. Ellos estaban seguros de que siempre el pensamiento, el aseguramiento, la preocupación por ellos fue... Y también la señora, también hay que ponerle una medalla, criar cuatro muchachos no fue fácil.

Samuel: Dígame los nombres de sus familiares más allegados. 

Juan Manuel: Bueno, de los hijos míos, Marisol es la mayor, trabaja en Fondo de Bienes Culturales. Ana Lidia es la segunda, trabaja en La Habana en una empleadora. Dania trabaja en otra empleadora en La Habana también. Jorge trabaja en la Constructora Militar, lleva treinta y pico años trabajando en la constructora militar. Ernesto es oficial de las Fuerzas Armadas y trabaja en la región de Matanzas. Todos los muchachos están integrados. Tengo ocho nietos y cuatro bisnietos. Ahora vienen otros bisnietos.

Samuel: Ya lo decíamos, no es santaclareño usted, pero en el año del triunfo revolucionario comenzó a trabajar como electricista en la Universidad Central Marta Abreu de las Villas en la construcción de algunas facultades y además laboró en la reconstrucción del Parque Vidal y otras importantes obras en la ciudad capital. ¿Se siente usted en parte santaclareño? 

Juan Manuel: Yo soy pilongo. Ya llegué aquí con diez años y yo soy pilongo. Yo soy de aquí. Ya yo no tengo otra ciudad que no sea esta. 

Samuel: ¿Y qué significa Santa Clara para Juan Manuel a pesar de haber nacido en Placetas? 

Juan Manuel: Para mí es todo. Placetas fue mi nacimiento, pero mi origen es Santa Clara. Yo podría haber vivido muchos años en La Habana. Tuve hasta casa en La Habana, pero Santa Clara es mi hogar. Como la Constructora es mi hogar, Santa Clara es mi hogar. 

Samuel: ¿Cuánto más puede aportar Juan Manuel en la Empresa Constructora Militar? 

Juan Manuel: Todo lo que me pidan. Con todos estos achaques soy capaz de hacer lo que me pidan. Por la constructora y por la revolución que ha sido la que nos ha dado todo. 

Samuel: Pues muchísimas gracias a Juan Manuel Rojas Pérez, merecedor en este año 2024 del título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Un verdadero héroe. No le queda grande el título. Ya lo decíamos al inicio. Un obrero entregado a su labor desde la Empresa de Constructora Militar #3 de Santa Clara.

Samuel: Así despedimos esta entrega de “A dos voces”. Recuerde que cada martes justo a las 3 de la tarde en nuestro canal de Ivoox compartimos nuevos contenidos. Suscríbase y sea parte de este encuentro sonoro producido por la redacción digital de CMHW.