Y justamente cuando conmemoramos un nuevo aniversario del triunfo de este pueblo heroico contra los mercenarios y el Imperio en las arenas de Playa Girón, esta nación vuelve a protagonizar otro momento histórico. 

Se trata de la Constitución de la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular en su Décima Legislatura, en un período que estará marcado por duras batallas por perfeccionar nuestro proyecto social, por enfrentar el bloqueo, pero también por derrotar insuficiencias y chapucerías, por avanzar en todos los órdenes, con el concurso de cada hija e hijo de esta tierra.

Será un momento especial signado por la democracia, donde habrá que poner más los pies sobre la tierra, escuchar a la gente, oír los planteamientos y quejas de los electores, caminar las calles y barrios, centros laborales, estudiantiles, comunidades vulnerables; palpar en cada sitio lo que anda mal, encontrar soluciones posibles, tal y como se ha pedido en los recientes intercambios que realizaron los entonces candidatos a diputados en todos los municipios del país.

La constitución de nuestro Parlamento no es el colofón, sino otro punto de partida de este amplio proceso democrático protagonizado desde hace meses por las cubanas y cubanos, cuando votamos por el Código de las Familias, después, por nuestros delegados de las Asambleas Municipales, y finalmente, por nuestros diputados, a partir de las propuestas nacidas de los propios plenos de las organizaciones de masas y estudiantiles, que es decir del seno del propio pueblo.

A partir del 19 de abril, debe continuar consolidándose este ejercicio de absoluta transparencia y soberanía, con el despegue de una etapa más comprometida con el futuro de Cuba. Será la respuesta, además, a la hidalguía de este pueblo digno que, en medio de muchas limitaciones, privaciones y muchos aspectos sin resolver dio otra prueba de fidelidad, con lo cual habrá que ser consecuente. 

Los 470 diputados que fueron elegidos -32 por la provincia de Villa Clara- son jóvenes, mujeres y hombres de todos los sectores, científicos, trabajadores del campo, personalidades de la cultura y el deporte, de la educación y la salud, dirigentes y delegados de base, por solo mencionar algunos de nuestros representantes. 

Ellas y ellos, en estos días previos, hicieron sus propuestas de manera anónima para Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, y Presidente y Vicepresidente de la República. Ya constituida la dirección del Consejo de Estado se procederá a elegir a sus restantes miembros. Cuando se decida, y a propuesta del Presidente de la República, serán designados posteriormente el Primer Ministro, Viceprimeros ministros y demás miembros, acorde con nuestra democracia a la cubana.

Sin dudas, será un desafío para un país que atraviesa por una aguda crisis económica, y cuando urge resolver asuntos cardinales como la alimentación, la calidad de vida, la inflación y altos precios, la situación de la vivienda, el abasto de agua, la recogida de desechos sólidos, el desabastecimiento de medicinas, la demora en los trámites, también la desidia, el desvío de recursos, la burocracia, por solo citar esos aspectos que marcan el día a día de los cubanos y que todos criticamos, sin olvidar los tristes momentos de la Pandemia, de accidentes, huracanes y desastres que nos han asolado en los últimos tiempos. 

A todo ello se suma la inclusión de Cuba en un listado de países patrocinadores del terrorismo y las medidas arreciadas del Gobierno norteamericano contra nuestro país, lo cual nos lo pone todo más difícil en un escenario bien complejo. 

El propio Presidente de la República ha planteado que los diputados deberán concentrarse en estos cinco años en cumplir el mandato que el pueblo les ha entregado; incluso se piensa en novedosas ideas en el propósito de lograr que tengan más tiempo para cumplir su misión. 

Ha asegurado Díaz-Canel que los recorridos e intercambios de estos representantes con la población deberán realizarse mensualmente, porque es ahí donde se percibe el latir de la nación. Son las esencias de los grandes desafíos que habrá que enfrentar.

Esta Asamblea Nacional, que quedará constituida este 19 de abril, comenzará su gestión en un tiempo crucial para Cuba. Corresponde a los diputados, junto a todo el pueblo saltar escollos, dar voces a todas y a todos, legislar y hacer que se cumpla lo legislado, enfrentar cualquier vestigio de indiferencia, desidia, desigualdades, ir al barrio, priorizar la ciencia, defender la idea martiana de hacer culto a la dignidad plena del hombre, y a decir del poeta, seguir venciendo, como en Girón, las tempestades y empujar un país.