Desde su creación esta ha contribuido con su esfuerzo al ordenamiento territorial y el urbanismo, lo que ha permitido implementar espacialmente los programas de desarrollo económico social.
En tal sentido se han elaborado planes de ordenamiento, sustentados por una base científica e investigativa, definiéndose el trazado de grandes infraestructuras técnicas, la materialización de un sistema de asentamientos humanos adecuadamente estructurado que ha garantizado la elevación de la calidad de vida de sus habitantes, todos ellos gestionados a través de la localización de inversiones, la reducción de riesgos de desastres y bajo el principio de sostenibilidad que ha caracterizado a la Revolución.
La actividad se encuentra inmersa en un proceso de perfeccionamiento institucional y de los instrumentos de planeamiento y metodológicos, que se consolidan como herramientas de dirección del Estado.
A su vez, se contraen nuevos compromisos que reformula la dirección principal del Sistema hacia políticas que garanticen un actuar más integral en el ordenamiento territorial, el urbanismo y el catastro nacional, con mayor énfasis en la elevación de la disciplina, el enfrentamiento a las ilegalidades en las construcciones y la adecuada respuesta a los trámites de la población.