En entrevista concedida al Canal Cubano de Noticias, la diplomática explicó que la reciente exclusión de la Isla de un listado de naciones que «no cooperan plenamente en la lucha contra el terrorismo» no significa su eliminación de la relación general del Departamento de Estado que impone medidas contra este país caribeño.
Esa medida unilateral constituye una de las principales herramientas genocidas de la Casa Blanca para asfixiar al pueblo cubano, y persiste, a pesar de que cada vez son más las voces que se levantan contra tal injusticia, apuntó.
Afirmó que Washington utiliza la presencia de Cuba en tal listado como justificación para las medidas coercitivas unilaterales que de ellas se derivan, las cuales están asociadas al propósito de asfixiar la economía de la Isla y responsabilizar al Gobierno por el impacto de estas.
Señaló, asimismo, que el Ejecutivo estadounidense impulsa, simultáneamente, una bien financiada operación comunicacional sistemática, en la gran prensa y en las plataformas digitales, para responsabilizar al país víctima del impacto que tienen esas medidas inhumanas, que afectan sensiblemente a la población.