Mediante una declaración, rechazó la agresión al encargado de negocios de esa representación diplomática y el secuestro del exvicepresidente Jorge Glas por fuerzas de seguridad del gobierno ecuatoriano.
El texto señala que esta acción constituye una seria e inaceptable transgresión del Derecho Internacional, incluído el Derecho de Asilo, surgido y desarrollado en la región.
El asalto a mano armada a la embajada mexicana en Quito quebranta seriamente principios fundamentales del Derecho Internacional, así como la letra y el espíritu de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.