CMHW
Arnaldo Tamayo Méndez, el hombre que llevó a Cuba al cosmos
Foto: Nieves Molina

Arnaldo Tamayo Méndez, el hombre que llevó a Cuba al cosmos (+Audio)

Mailé Hernández Grave de Peralta

Jueves, 18 Septiembre 2025 08:17

A las 15:11 hora local de Cuba, el 18 de septiembre de 1980, un estruendo ensordecedor rompió el silencio de las estepas de Kazajstán. El cohete Soyuz-38 despegaba desde el cosmódromo de Baikonur, llevando consigo no solo a dos hombres, sino las aspiraciones de toda una nación y un continente. 

A bordo de la nave, el cubano Arnaldo Tamayo Méndez, un piloto profesional de aviación de caza, se convertía en el primer latinoamericano, hispanohablante y persona de ascendencia africana en viajar al espacio. Junto a él, el experimentado cosmonauta soviético Yuri Romanenko iniciaba una misión que marcaría un hito en la historia espacial.

La misión se enmarcaba en el programa Interkosmos de la Unión Soviética, diseñado para promover la cooperación espacial con países amigos. Tamayo, de 38 años, era el resultado de una rigurosa selección entre más de 600 pilotos cubanos. Junto a José López Falcón, su suplente, enfrentó dos años de entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú, dominando el ruso y adaptándose a las exigentes condiciones del espacio, que luego enfrentaría.

Durante su estancia de 7 días, 20 horas y 43 minutos en la estación Saliut 6, Tamayo ejecutó 26 experimentos diseñados por la Academia de Ciencias de Cuba. Los resultados no solo fueron celebrados en Cuba, sino que varios fueron incorporados a futuras misiones soviéticas.

Desde muy temprana edad Arnaldo Tamayo quedó huérfano, criado en la pobreza en Guantánamo, trabajó como limpiabotas y vendedor ambulante antes de unirse a la Fuerza Aérea Cubana. Su selección fue vista como un triunfo sobre la discriminación racial. 

El 26 de septiembre de 1980, la cápsula de descenso aterrizó en Kazajstán. Tamayo fue recibido en Cuba como un héroe. Fidel Castro lo esperaba en el aeropuerto de La Habana, donde una multitud celebró su hazaña. Recibió las más altas condecoraciones: Héroe de la República de Cuba y Héroe de la Unión Soviética. Años después, en 2011, Rusia le otorgaría la Medalla "Por Méritos en la Exploración del Espacio".

A 45 años de su viaje, Tamayo constituye un símbolo de la exploración espacial inclusiva. Aunque Cuba no repitió una misión tripulada, su vuelo demostró que la ciencia latinoamericana podía contribuir al conocimiento cósmico.

Su historia trasciende fronteras: mientras EE.UU. celebraba a Guion Bluford como el primer astronauta afroamericano en 1983, Tamayo ya había orbitado la Tierra 128 veces tres años antes.

El vuelo al espacio no fue solo un logro técnico; fue un mensaje de que el espacio pertenece a toda la humanidad.

Hoy, mientras nuevas potencias espaciales emergen, su legado perdura como un recordatorio de que los sueños no conocen límites, ni terrenales, ni celestes.