Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, afirmó que en la ejemplar vida de Raúl Castro Ruz, se resumen los valores de la Generación histórica, guiada por el ideal unitario, patriótico y antiimperialista de Martí y de Fidel.
“Felicidades, querido General de Ejército, líder indiscutible de la #RevoluciónCubana”, agregó el jefe de Estado en su mensaje, en la red social X.
Felicidades, querido General de Ejército, líder indiscutible de la #RevoluciónCubana.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 3, 2024
En su ejemplar vida se resumen los valores de la Generación histórica, guiada por el ideal unitario, patriótico y antiimperialista de Martí y de #Fidel. Fuerte abrazo#RaúlEsRaúl 🇨🇺 pic.twitter.com/4i6ih75uFD
Por su parte, Esteban Lazo, presidente del Parlamento y del Consejo de Estado, aseguró que Raúl es un referente para cualquier revolucionario; ejemplo de disciplina, experiencia, capacidad y aportes a la obra de la Revolución.
“Es un gran privilegio poder contar con su ejemplo, enseñanzas y compromiso”, escribió en la citada plataforma el Primer Ministro, Manuel Marrero, a propósito de la fecha.
Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del PCC, agradeció al General del Ejército la confianza, la firmeza, el altruismo y la modestia, al tiempo que destacó que Raúl es un referente para cualquier comunista y revolucionario cubano.
Asimismo, dijo sentirse privilegiado de estar a su lado cuidando la Revolución.
“Hoy cumple años nuestro querido GE Raúl Castro Ruz, hermano inseparable de Fidel. Juntos atacaron el Moncada, se enrolaron en el Granma, recorrieron las montañas y entraron triunfantes a La Habana. Muchas felicidades Raúl por la obra de su vida”, señaló Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República.
De 1959 a 2008 Raúl Castro Ruz fue el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; desde el 3 de octubre de 1965 hasta el 19 de abril de 2011 fue el segundo secretario del PCC; y a partir de esta última fecha hasta abril de 2021 ocupó el cargo de Primer Secretario de ese organismo.
Asumió la dirección del país entre 2006 y 2018, periodo durante el cual impulsó importantes cambios estructurales y conceptuales para la actualización del modelo económico y social cubano.
A pie de estribo
Se puede ser casi un niño y tomar rumbo supuestamente equivocado, para continuar (siguiendo), rectos, los pasos de un hermano mayor, acaso hasta desoyendo el silencio revelador de la familia.
Se pueden echar a un lado seguras comodidades del césped hogareño para empezar a andar, todo el tiempo por venir, sobre campos minados de peligros y de adversidades.
¿A cambio de qué provecho personal? Ninguno más material que las ideas, valores y convicciones traídos en vena, de la cuna, de las raíces…
Y ajustarse bien las botas y las espuelas para hincar los ijares del tiempo, mediante «locuras divinamente locas» como asaltar fortalezas de pura muerte artilladas hasta los dientes, ganarle la partida al Modelo de la penitenciaría, dejar atrás la tierra amada, pulir como diamante el difícil arte de poner ojo y bala en el mismísimo punto, mientras por todo el mundo otros, de igual edad, vacían cargadores completos en conquistas de amor…
Puede un hombre, tan joven aún, tragarse las náuseas de un infernal vaivén en mar bravío, pidiéndole permiso a un pie para darle descanso al otro, a bordo de un pequeño yate, en el que solo un milagro podría «acomodar» 162 botas más –con los cuerpos que calzaban–, mochilas y todo lo útil para desafiar la muerte en quién sabe cuántos combates armados.
Y ser bautizado no solo con Las Coloradas aguas del rojizo mangle, a pecho y barbilla, sino también con irreverente pólvora, en metralla de aviación rasante. Y salvar el pellejo por obra y gracia del futuro, y reencontrarse luego bajo Cinco viriles Palmas con aquel mismo hermano –y un puñadito de seguidores– seguro, ahora sí, de la victoria en una guerra a todas (oscuras) luces ¿perdida?
Se puede, ¡cómo no!, arrebatarle al enemigo fanfarrón hasta la fe que jamás tuvo; andar, mandar y comandar de Frente; allanar nueva vida en la vieja montaña y darle toda su justa altura al llano; conquistar la paz, convencido de que no se puede perder la misma guerra que luego se seguirá ganando bajo el puro y pacífico concepto de evitarla a toda costa, preparándose sólidamente para ella.
Puede un hombre apoyar, a lo largo y ancho de una vida entera, la cabeza sobre la almohada durante menos horas que muchos otros, incluso en medio de verdaderos «dolores» que millones de cabezas ni imaginan.
Un hombre puede todo eso y mucho más. Puede continuar siendo el mismo ocurrente y jovial serrano de ayer y antes de ayer, burlar las zancadillas físicas y mentales de los 80 años, saltar como un veinteañero la varilla de los 90. Y puede, tres calendarios más acá, mantener la bota muy bien afincada en el estribo, listo para cabalgar y decir ¡voy!, a la hora en que Cuba lo llame.