El terremoto causó el derrumbe de edificios a cientos de kilómetros de distancia, en Tailandia. Al menos tres personas murieron en la capital del país, y las autoridades se apresuran a liberar a 81 personas que se cree que están atrapadas bajo los escombros de un edificio de gran altura en construcción en la ciudad, según informaron las autoridades.
Myanmar, una de las naciones más pobres de Asia, vive una guerra civil desencadenada por un golpe militar en 2021. La debilidad de sus infraestructuras le impide hacer frente a grandes catástrofes naturales. Franjas del país están gobernadas por un mosaico de milicias, lo que dificulta enormemente la recopilación de información fiable. Además, el ejército corta regularmente las comunicaciones en las zonas de conflicto.
Los daños causados por el terremoto que azotó Myanmar este viernes y sacudió la región del sudeste asiático son “enormes”, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Margaret Harris, de la OMS, dijo que la organización activó su centro logístico para buscar suministros de traumatología para ayudar a atender a las víctimas del terremoto, y que esperaban “muchos, muchos heridos”.