Sus exequias comenzaron por la mañana en Tabriz, una importante ciudad del noroeste de Irán, cerca de la cual Raisi falleció el domingo en un accidente de helicóptero, junto a otras siete personas.
Los ocho féretros, cubiertos con la bandera iraní, fueron trasladados posteriormente a un aeropuerto de Teherán, la capital, para ser llevados a la ciudad santa de Qoms, donde está prevista otra ceremonia por la tarde.
El miércoles se le rendirán honores en la capital y el jueves en su ciudad natal, Mashhad (noreste), donde será enterrado por la noche.
Una gran multitud, vestida principalmente de negro, ocupó la plaza principal de Tabriz, ondeando banderas y retratos de Raisi, fallecido a los 63 años, y de las otras siete víctimas.

"Nosotros, los miembros del gobierno, que tuvimos el honor de servir a este querido presidente, a este trabajador presidente, nos comprometemos ante nuestro querido pueblo y nuestro líder a seguir el camino de estos mártires", declaró el ministro del Interior, Ahmad Vahidi.
Numerosos retratos del presidente "mártir" se colgaron en lugares públicos de las principales ciudades del país y las autoridades decretaron cinco días de luto nacional.
