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Fact-checking para el discurso de Mr. Hammer
Máximo representante de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, de visita en Miami. Foto: Cubahora.

Fact-checking para el discurso de Mr. Hammer

Johana Ruth Tablada de la Torre / Cubahora

Sábado, 24 May 2025 10:10

A continuación, les presento un análisis casi exhaustivo de las principales mentiras, medias verdades e inconsistencias en la conferencia de prensa ofrecida por Mike Hammer, jefe de misión de la Embajada de EE.UU. en Cuba, el 22 de mayo de 2025 en Miami, (con aires de interventor) con énfasis en los siguientes elementos:

Falsedades y medias verdades en el diagnóstico económico

"La revolución ha fracasado. No hay electricidad, escasez de combustible, alimentos y medicamentos. Y esto no tiene nada que ver con ninguna política de los Estados Unidos"

¡Falso! Las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. contra Cuba —conocidas como el bloqueo— tienen un impacto directo y severo sobre el acceso a financiamiento, tecnología, insumos y medicamentos, y son reconocidas incluso por la ONU como el obstáculo principal al desarrollo cubano.

Omisión deliberada: No menciona que el bloqueo prohíbe operaciones bancarias internacionales con Cuba, penaliza a barcos que atraquen en puertos cubanos, y obstaculiza la compra de combustibles entre otras cientos de medidas coercitivas adicionales para desestabilizar a Cuba y dominarla.

Manipulación: Aunque es cierto que hay crisis económica, culpar exclusivamente al gobierno cubano es una simplificación que ignora la guerra económica financiera y comercial multidimensional impuesta desde Washington hace más de 6 décadas.

Consulte además: El bloqueo contra Cuba 60 años después (+Infografías)

Manipulación política e intento de blanqueo de injerencia

"Salgo a reunirme con el pueblo como hacía en otros países. No hay nada en la Convención de Viena que lo impida"

Engañoso: La Convención de Viena prohíbe expresamente la injerencia en asuntos internos del país receptor (Art. 41), lo que incluye contactos sistemáticos con la oposición o apoyo a actores desestabilizadores.

Fact-checking para el discurso de Mr. Hammer
Foto: Erick Mederos / Cubahora.

Hipocresía evidente: Si un diplomático cubano hiciera giras similares en EE.UU., con acciones de intervención en los asuntos internos reuniéndose con personas y grupos para incitarles a violar leyes o atentar vs gobierno de Biden o de Trump , sería declarado persona no grata y expulsado. Nuestros diplomáticos trabajan cada día para promover mejores relaciones entre los dos países.

Mentira implícita: Afirmar que esos encuentros son “con cualquier persona” y “sin injerencia” encubre una estrategia de desestabilización blanda habitual en operaciones de cambio de régimen.

Consulte además: Misiones diplomáticas: una tarea de relaciones formales y no de injerencias

Blanqueo de figuras desestabilizadoras

“Visito a artistas, jóvenes y familiares de los llamados por ellos "presos políticos...” ( personas a las que han incentivado a violar la ley)

Manipulación discursiva: Se presenta a figuras financiadas directa o indirectamente por EE.UU. como víctimas del “régimen”, ocultando que han llamado abiertamente a la subversión, el sabotaje o actos violentos.

Mentira por omisión: No reconoce que varias de estas figuras tienen historial penal anterior o han cometido delitos tipificados incluso fuera del ámbito político.

Mentira flagrante sobre el bloqueo

“El embargo permite alimentos y medicinas”

Falso en la práctica: Aunque hay excepciones legales, el sistema de licencias, persecución financiera y miedo a sanciones secundarias impide que bancos, navieras o empresas vendan libremente a Cuba, incluso alimentos o medicinas.

Cínico: Minimiza los efectos de una política coercitiva que incluye sanciones a terceros países, persecución de transacciones y asfixia energética.

Consulte además: El Bloqueo: Esa política que permanece y asfixia

Inconsistencia diplomática y propaganda

“La política de la administración Trump está clara: política dura contra el régimen, apoyo al pueblo”

Contradicción peligrosa: El “apoyo al pueblo” incluye sanciones que amenazan el sustento de la población y que provocan y agravan las angustias cotidianas del pueblo cubano con fines políticos.

Falsedad retórica: No existe tal “apoyo al pueblo” cuando se bloquean remesas, viajes, se cierran consulados, se dificulta la reunificación familiar y se criminaliza el comercio con Cuba.

Fomento de la migración irregular

“Todos los cubanos me dicen que quieren venir a EE.UU., aman nuestra cultura”

Narrativa interesada: Exagera la percepción migratoria como si fuera deseo generalizado, en lugar del resultado de una crisis inducida por las medidas de asfixia y desinformación de EEUU.

Estrategia de atracción selectiva: EE.UU. ha fomentado activamente la migración para erosionar el proyecto socialista, generando la fuga de talentos y presionando al sistema político.

Consulte además: Estados Unidos y su política migratoria como herramienta de desestabilización hacia Cuba

Hipocresía en el tema de la prensa

“En Cuba no hay libertad de prensa, los medios independientes dicen la verdad”

Manipulación grosera: Muchos de los “medios independientes” son financiados directamente por EE.UU. o sus agencias como la NED y USAID, lo que los convierte en extensiones de la política exterior estadounidense, no en prensa libre. Recientemente a todos los volvieron a conectar al financiamiento de la USAID y la NED. Solo la NED recibió 6,6 millones para proyectos contra Cuba la cifra más alta en la región.

Silencio sobre represión en EE.UU.: No menciona la represión y censura hacia medios progresistas o pro-Cuba en plataformas digitales y medios tradicionales estadounidenses.

Consulte además: La USAid y la Ned en peligro de extinción. ¿Está en juego el "Soft Power" de Estados Unidos?

La intervención de Mike Hammer no fue una rueda de prensa neutral, sino una operación política comunicacional cuidadosamente diseñada para instalar un discurso de Estado fallido sobre Cuba, legitimar la injerencia diplomática como “solidaridad”, blanquear las sanciones de EE.UU. y desresponsabilizarse del bloqueo recrudecido desde el 20 de enero, reforzar figuras de la contrarrevolución financiada por Washington como portavoces legítimos y posicionar a la administración Trump y a Marco Rubio como “aliados del pueblo cubano”.

Todo ello bajo un marco propagandístico que desconoce los principios básicos del derecho internacional y el respeto a la soberanía.