A cambio, Moscú liberó a igual número de combatientes de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en un proceso que ambas partes califican como el más extenso desde el inicio de la guerra.
Según un comunicado oficial, los soldados rusos ya se encuentran en Bielorrusia, donde reciben atención psicológica y médica. Posteriormente, serán trasladados a instituciones sanitarias en Rusia para continuar su rehabilitación.
«El intercambio a gran escala iniciado por la parte rusa continuará», subrayó el ministerio en su declaración.
En paralelo, un avión con 270 militares rusos liberados el viernes —también bajo el acuerdo alcanzado en Estambul— aterrizó este sábado en Moscú.
El canje masivo comenzó la víspera con 390 prisioneros devueltos por cada bando, y se espera que continúe durante el fin de semana, según confirmaron autoridades de ambos países.
Vladímir Medinski, asistente del presidente Vladímir Putin y jefe de la delegación negociadora rusa, declaró que Moscú está “satisfecho” con los avances y “dispuesto a seguir en contacto” con Kiev.
Este proceso, iniciado tras las primeras conversaciones directas entre Rusia y Ucrania en tres años (celebradas el 16 de mayo), marca un hito en los esfuerzos diplomáticos para reducir tensiones, aunque no incluye discusiones sobre un alto al fuego.