El cielo, que hasta poco antes parecía un aliado del espectáculo deportivo, se tornó súbitamente en enemigo: ráfagas de viento y cortinas de agua forzaron el encendido de luces artificiales y vaciaron de atletas y público los escenarios.
La urbe, empapada y estremecida por truenos, quedó en pausa. Canchas, pistas y parques se transformaron en lagunas improvisadas, obligando a entrenadores y jueces a buscar refugio.
Partes meteorológicos habían alertado que dos oleadas de tormentas azotarían este martes: una ya se hizo sentir en la mañana y otra es posible que llegue en horas de la tarde, con epicentro en el centro, sur y este de la Región Oriental.
Los departamentos de Asunción, San Pedro, Cordillera, Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Misiones, Paraguarí, Central, Ñeembucú y parte del Chaco figuran en la lista de zonas bajo riesgo de fenómenos de tiempo severo.
A la espera de que el clima conceda una tregua, el calendario deportivo aguarda en suspenso. Si el cielo lo permite, algunas disciplinas retomarán acción en la tarde; de lo contrario, Asunción seguirá siendo una capital sitiada por la lluvia.