La representación de la mayor isla del Caribe superó en la disputa del cetro, 2-1, a Italia, monarca exponente. El encuentro estuvo empatado a una hasta el cuarto episodio, en el que los dirigidos por Roberto Carmona fabricaron la carrera decisiva.
Anteriormente, el plantel criollo había salido airoso en tres ocasiones, al aventajar a Países Bajos (8-1), República Popular China (8-0) y el equipo británico (5-0), además de igualar 6 a 6 su partido con los italianos en la fase de grupos.