La selección de mujeres –incluida entre las 15 que obtuvieron su boleto por su lugar (23) en el ranking de la Federación Internacional de este deporte (FIVB)– rivalizará en el grupo B. contra Italia, ganadora en París-24, Bélgica, y Eslovaquia, en el Estadio Municipal de Phuket.

El evento, con 32 naciones, se desarrollará en ocho grupos eliminatorios. En la llave a, la cabeza es la plantilla anfitriona, la C está liderada por Brasil, bronce olímpico en agosto pasado; en la D, aparece Estados Unidos, plata en la Ciudad Luz; en la D; Türkiye, cuarta en la justa parisina se halla en la e, China, que fue quinta en esa lid se posiciona en la F; en la g Polonia, sexta bajo los cinco aros, y Serbia, séptima en ese contexto, encabeza el apartado h.

Para las antillanas será un gran reto enfrentar a las italianas, dirigidas por el conocido Julio Velasco. Además, para pasar a la segunda vuelta, les resultará difícil ante Bélgica y Eslovenia, lugares 14 y 26, respectivamente, en el ranking del orbe, por el cual, igualmente, clasificaron estos dos elencos.

El cuadro caribeño perderá una buena oportunidad de preparación para esta cita del orbe, al no estar incluido en la nómina de las 18 formaciones que tomarán parte en la Liga de las Naciones, la cual inicia su calendario el 4 de junio próximo, con la final del 23 al 27 de julio, certamen animado por los colectivos de mayor fuerza para el compromiso en Tailandia.

Después de sus medallas doradas en las ediciones mundialistas de 1978, 1994 y 1998, que con las Espectaculares Morenas del Caribe marcaron una época histórica de triunfos

–incluidos los de las copas del Mundo, los Grand Prix y eventos continentales– comenzó en 2002 un descenso prolongado por cinco campeonatos, hasta caer al lugar 22 en 2018, que le impidió participar en la convocatoria del orbe de 2022.

Hoy las voleibolistas retornarán al clásico trabajando por revertir esa situación, en un deporte que mucho ha avanzado en nivel competitivo.