Quedó inaugurado el 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
Como la fiesta que es todo encuentro concebido para el crecimiento personal y el disfrute, así resultó ser la inauguración del 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, acaecido ayer en el capitalino cine Charles Chaplin, en un espacio en el que hubo alegría, reafirmación latinoamericana y certeza de que es preciso sostener puentes y alzar la voz en favor de las mejores causas humanas.
La música de Desde la aldea, que acompaña tradicionalmente el spot del Festival, puso a la sala en estado de alerta, de esa que anuncia la llegada de lo esperado.
La Balada a Elpidio Valdés, desde el piano de Alejandro Falcón, y un audiovisual que abordó la restauración de animados del personaje creado por Juan Padrón –uno de los grandes padres de la cinematografía de la región–, a cargo de la Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano, dieron paso en escena al destacado saxofonista César López; al quenista Rodrigo Sosa, con su trío, y a la orquesta del Lyceum de La Habana. Interpretaron, primero por separado, hermosas melodías, y después juntos un gran collage de temas latinoamericanos, acompañados en la percusión por Armando Osuna, en un mágico viaje por la música continental.
«Aquí estamos», expresó Tania Delgado, directora del Festival, al dirigirse al auditorio, para dejar oficialmente inaugurado el evento, y un fuerte aplauso le interrumpió la voz, a sabiendas de que la fiesta se celebra cuando el país se sobrepone a inmensas dificultades, como la vivida en la jornada anterior. «Aquí estamos, como una prueba del valor y el deber de la cultura cuando necesita empinarse sobre las dificultades, y ofrecer aliento y esperanza, y la posibilidad de reencontrarnos con lo mejor de nosotros mismos».
Se refirió a esa realidad que enfrenta Cuba, desde hace décadas: una guerra económica, comercial y cultural que pretende detenernos, hacernos retroceder, desdibujar nuestra historia y nuestra identidad. Muchos de nuestros países pueden escribir una historia semejante», recalcó, y denunció el genocidio perpetrado contra el pueblo palestino.
Entre otros homenajes estuvieron la entrega, de manos de Delgado y de Alexis Triana, presidente del Icaic, del Coral de Honor a Carol Rosenberg, fundadora del Havana Film Festival de Nueva York; así como la presentación de una conmovedora pieza de la cineasta palestina Farah Nabulsi, titulada Write my name. Los presentes disfrutaron de la cinta argentina Los domingos mueren más personas, del director Lair Said, quien agradeció al Festival la deferencia de la proyección para la apertura del gran evento.
Presidieron la inauguración Marydé Fernández, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; la vice primera ministra, Inés María Chapman, y Alpidio Alonso, ministro de Cultura.
Con información de Granma