En Quemado de Güines, una institución con historia y melodía ha marcado el ritmo cultural de la comunidad durante décadas: la Banda Municipal de Conciertos "Alejandro García Caturla". Fundada oficialmente en 1983, esta agrupación musical nació con la noble misión de preservar la música popular tradicional, amenizar galas artísticas y acompañar los actos político-culturales del territorio.
Aunque la tradición de bandas en el municipio se remonta a principios del siglo XX, fue el 23 de diciembre de 1983 cuando, gracias a un esfuerzo nacional por institucionalizar la cultura, se fundó oficialmente la actual Banda.
Duniesquis Pizzani, músico instrumentista y director adjunto de la agrupación, destacó la importancia crucial de la banda en la vida sociocultural de Quemado de Güines:
«Nuestra función fundamental es defender la música tradicional cubana, especialmente en las tardes dominicales y en otros espacios. Es un momento en el que muchas personas disfrutan del concierto y se sumergen en esa música tradicional, en ese sabor agradable que deja en el gusto estético de las personas. El valor social de la banda es invaluable, tiene un valor espiritual significativo. Es esencial para el trabajo estético y ético con las nuevas generaciones, para no desvirtuar la importancia de la cultura cubana y la identidad nacional».
En días recientes, la agrupación participó en el encuentro provincial de bandas de concierto en Sagua la Grande. Pizzani compartió cómo se vivió esa experiencia:
«Para nosotros tuvo un significado especial. En primer lugar, comprobamos la calidad interpretativa de la banda. Además, se reconoció el trabajo del maestro Jorge Mederos, por sus años al frente de la banda y también por la defensa de la banda que él fundó, la de Corralillo».
La Banda Municipal de Conciertos se ha consolidado como una institución cultural distinguida en Quemado de Güines. Sus melodías no solo alegran las tardes de los domingos en el parque municipal, sino que cumplen una función indispensable: fomentar el buen gusto musical y mantener viva la pasión por nuestras raíces.
