Fueron el ministro de Cultura Alpidio Alonso Grau y la hija de Retamar, Laidy Fernández de Juan, quienes conversaron sobre la necesidad de compendiar la obra del gran intelectual cubano y ambos coincidieron en proponerlo a Yamil, uniendo su profundo dominio de las letras, de la edición y conocimientos plenos sobre el autor: es que una amistad muy estrecha, de respeto mutuo como seres humanos y su respectiva obra, unió a Retamar y Yamil, siempre ha asegurado Laidy, su hija y albacea.
En la presentación del volumen, Valiño calificó de titánica la labor de reunir, ordenar, anotar, organizar mejor la extensa obra, y se está haciendo con gran celo.
Tener a Yamil como editor estimuló a Edelmis Anoceto, quien ya espera el trabajo que deparan los próximos tomos, una labor compleja por la extensión, la creación de páginas maestras, el proceso de foliarlas, el rigor que exige semejante publicación —dijo— y lo definió como «el suceso editorial más importante de los últimos tiempos en Cuba».

Tras abordar el contenido de este primer volumen y referirse al coloquialismo que caracteriza la poesía de Retamar, Díaz Gómez explicó que el proyecto consta de siete tomos y cada uno tendrá más de 700 páginas.
Los próximos tratarán sobre civilización-barbarie, la obra de José Martí, Cuba y los cubanos en la cultura (escritores, pintores, figuras relevantes y publicaciones), Retamar como crítico de la poesía, como teórico y el último será de carácter testimonial.
Respondiendo a una pregunta del moderador, el joven escritor Miguel Ángel Castiñeira, dijo Yamil: «es una tarea ardua y complicada; más de lo que yo sospechaba, pero absolutamente honrosa».