El 19 de mayo,13 años atrás, el espectáculo fundacional “Adentro” dio nombre al proyecto teatral que se ha labrado un respetable camino: Teatro Adentro 

«La obra es muy íntima, soy yo misma con muchísimas preguntas contradictorias de las cosas de la vida», explica Verónica Medina Padrón, su autora.

Es un espectáculo que habla sobre la  búsqueda de la felicidad en el camino, en la lucha.

Con ella nació Teatro Adentro, hijo de Dripy y acogido por Wilfredito Rodríguez en amorosa condición de padre. Entonces eran Eliéter Navarro Hidalgo, José Brito Cordero y Verónica, asumiendo también la dirección. Trece años después es Brito quien lo dirige y Verónica ha vuelto al grupo en un proceso muy hermoso, dijo.

El espectáculo tiene de lo aprendido por los jóvenes actores con Yoel Sáez, Roxana Pineda, el propio Dripy, siempre de manera muy disciplinada, con el entrenamiento preciso, en una búsqueda poética del teatro físico, intertextual, apunta Verónica.  

Teatro Adentro ha celebrado su cumpleaños con algunos cambios en la puesta, que ha colmado la Sala de Dripy con gran disciplina de público porque impone respeto con su seguridad, con el valor de cada texto.

«Hay sentidos que aparecen mientras se camina», dice Brito. «Creo que “Adentro” debe reponerse para aumentar los espectadores; que aprecien el valor de esa comunidad afectiva, capaz de provocar la reflexión con cada frase: ser común es morirse también; odio que me manden a callar; la verdad no puede estar oculta; se trata de soñar, de cambiar.