Observador, atento, sincero, pero cauteloso en su expresión: así lo hallé disfrutando cada sesión de la cita.
Me habló de cuánto disfrutó su primera visita a la casa natal de Alejandro García Caturla y lo que aprendió de su historia familiar. Comparto con ustedes algunos de sus comentarios:
«Yo quisiera que mucha más música de Caturla estuviera en las manos y en los oídos de nuestro pueblo. Hay que hacer más para que se conozca su música. Para mí ha sido una sorpresa muy grande que me dedicaran un evento tan importante: es un privilegio, un orgullo. Voy a tratar de ser mejor todavía».
«Me ha impresionado mucho la calidad de muchos grupos e intérpretes de Villa Clara. Tienen una calidad internacional que me ha impactado; los he disfrutado».
En el concierto-clausura del Festival, la Orquesta Sinfónica de Villa Clara —dirigida por el Maestro italiano Emanuele Pasqualín— incluyó en su programa La Conga (Sonatonga) de Roberto Valera.
«Una conga con una estructura musical de allegro-sonata. La palabra suena muy cubana; la obra es muy fuerte y ha tenido suerte: ha caminado sola. Me gustó que un director no cubano haya manejado esta música, porque si no, nos hubiéramos cocinado en nuestra propia salsa», comentó satisfecho.
«A mí lo que más me gusta de la composición es el momento en el que estoy creando algo nuevo, que no existe, porque después la obra cobra vida y empieza a moverse. Uno a veces la disfruta y otras la sufre porque depende de cómo sea interpretada», precisó el Maestro que tuvo otra emoción al final del concierto: el Presidente de la Asamblea Municipal, Osmani García López, entregó al Maestro Roberto Valera Chamizo la condición de Huésped Distinguido de la ciudad de Santa Clara.