Se organizan cada verano y sobre este recién concluido comentó Alexander Morales Flores, maestro de danza, jefe de área de nivel medio y especialista en el Consejo Provincial de las Artes Escénicas que se planifica como un divertimento, donde ellos pueden llevar amigos, vecinos que no son parte del mundo de la danza, pero también aprenden. En ellos se logra un intercambio muy rico y los muchachos se acercan al rigor, a la disciplina de la academia -dijo. "Somos un equipo de trabajo y yo me pongo la cabeza, pero contamos con Ernesto y Danza del alma; con Georgina Garí, personalidad de la danza cubana", argumentó.

Para escasos días es intenso el programa: organizan las clases, talleres, las coreografías para presentar el último día y de verdad, se entregan al máximo.

Dentro de los talleres se trabaja la preparación física, la técnica de la danza, bailes populares cubanos y afrocubanos, caribeños.

Este agosto también se desarrolló el taller de ballet a una matrícula abierta, con el objetivo de fomentar un poco de amor y de conciencia hacia el arte danzario, aumentar su cultura e influir en su vocación. 

Son talleres en los que todos colaboran: esta vez se unieron la Compañía Folklórica Oché; los instructores de arte y Danza del alma. "Se reeditan cada verano y sus resultados son hermosos", precisó Dunia Santana, Presidenta del Consejo provincial de las Artes Escénicas.

Precisamente su fundador y director, el maestro Ernesto Alejo, comentó en exclusiva a la radio: "Ojalá todos los docentes entendieran tempranamente que cuando tú eres maestro eres sal y vas a condimentar no solamente la obra que tú pones en el cuerpo, sino todo lo que pones en su mente. Al mismo tiempo mueves sus resortes creativos y eso es una misión que debe transmitirse de salón en salón, de aula en aula, de escuela en escuela y que todo lo que se aprenda allí, sirva para la vida. Hay que "contaminar" al mundo con las cosas hermosas. Para eso venimos los hombres a la tierra, a hacer el bien", concluyó.