Los Premios Feroz son los galardones que entrega anualmente la Asociación de Informadores Cinematográficos de España para destacar lo mejor de la producción audiovisual española del año, tanto en cine como en televisión. Las premiaciones de este 3024 se han fechado el 26 de enero. He aquí tres series nominadas.
El otro lado
Movistar+ ha estrenado lo nuevo de Berto Romero, Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, “El otro lado”
Nacho Nieto, periodista especializado en lo paranormal, pasa por su peor momento profesional y personal. Tras un intento fallido de suicidio, vuelve a la vida acompañado por el fantasma de su mentor, el doctor Estrada, mítico comunicador del misterio, fallecido hace más de 20 años. En ese momento se cruza en su vida un virulento caso poltergeist en un piso del extrarradio de Barcelona, en la calle Cardenal Cardona, quizás el caso paranormal más importante de los últimos años.
Presentada en Sitges y con 3 nominaciones a los Feroz es la serie satírica del terror marca de la casa, o más bien de su creador. Al igual que en “Fenómenos”, cada diálogo, escena o situación está pensada para burlarse de los estereotipos del género y lo consigue a ratos, pero no me funciona como otros títulos de la plataforma.
La primera serie de Berto la vimos en el 2018 también en Movistar “Mira lo que has hecho”, reafirmando al artista como alguien que se interpreta a sí mismo y utiliza el humor absurdo, la comedia negra.
Ruiz Caldera por su parte ha dirigido “Anacleto: Agente secreto” y “Superlópez”. Ambos realizadores se entienden muy bien y consiguen construir una historia sobre espíritus que hablan y vivos que son idiotas. Es una serie diferente, creo que ahí es donde se salva, pero no creo que sea recomendable.
El hijo zurdo
Tras la serie “La peste”, Rafael Cobos vuelve a la televisión con una propuesta bastante osada “El hijo zurdo”.
Lola es una madre de clase acomodada con dos hijos, que asiste a la deriva del menor de ellos, Lorenzo, hacia las oscuridades de un grupo radical. La historia sigue la huella de la actualidad más incómoda, y abunda, al narrar el conflicto de Lola, en la maternidad temprana y el antiguo estigma de ser zurdo. En el intento por comprender y recuperar a su hijo, Lola se relacionará con Maru, madre de diferente clase social que vive una situación similar a la suya.
Movistar+ casi siempre da en la diana con sus propuestas, precisamente porque busca lo novedoso, lo diferente.
Adaptación de la novela homónima de la escritora Rosario Izquierdo, este drama sobre la maternidad, que dura 24 minutos, es profundamente crudo y reflexivo
La protagonista es una antihéroe llena de defectos, grietas, inseguridades y por supuesto defectos.
Su relación con el hijo es diferente a lo que encontramos en la televisión actual, desde la mirada de Cobos se muestra tóxica, opresiva, al mismo tiempo que distante.
Es una serie donde está el tono triste todo el tiempo, es emotiva a través del dolor, logra ser sentimental mediante lo trágico y eso es complicado de desarrollar.
Me gusta cómo se establece la rara relación entre dos mujeres a través del desastre ocasionado por sus hijos, madres que al igual que ellos tienen mucho en común y no lo saben.
A veces el problema no es traer a alguien al mundo, la verdadera tarea viene después cuando hay que criar, educar y amar a ese ser que no pidió estar.
“El hijo zurdo” no reivindica el hecho de ser madre, de perdonar, de aguantar y pasar la mano; al contrario, Lola es un espejo donde se podrán ver muchas madres.
Sin dudas el papel más difícil en la carrera de María León; no desentona, me la creo, sin embargo sigue siendo inexpresiva. Grandes Tamara Casellas, Hugo Welzel y Germán Rueda.
Una serie incómoda, adulta, con más tonos grises que de arcoíris, merece una oportunidad.
Te estoy amando locamente
Alejandro Marín se vuelve a decantar por el cine social y militante, ya lo hizo con “Maricón perdido”, ahora estrena “Te estoy amando locamente”.
Sevilla, 1977. En un momento en el que la homosexualidad es delito, Reme, una madre tradicional movida por el amor de su hijo, un adolescente aspirante a artista, se involucrará en el movimiento LGTBI andaluz, gestado paradójicamente en el seno de la Iglesia.
Lo primero que llama la atención del filme es la dirección de arte, la manera en que el cineasta recrea la época, acertado el material de archivo para poner en contexto al espectador. El guion no es que cuente otra historia sobre el orgullo, es que esta es la película sobre su origen, sobre esas marchas que hoy son tan comunes en España y a la cual asisten millones.
No importa cuánto se hable de derechos civiles, sobre la libertad y el respeto, hay que seguir poniendo el dedo sobre la llaga sobre todo para las nuevas generaciones. El título que da nombre a la película, “Te estoy amando locamente”, es una canción de Las Grecas. Otro detalle intencional es la banda sonora, tan variada y con letras que hablan sobre minorías.
La cinta no es la historia de Miguel, no del todo, la trama va sobre la transformación de una madre que al mismo tiempo sería la de todo un país.
Emotiva, dolorosa y sobre todo con una postura totalmente lúcida del cineasta, hay que hablar de activismo, no dejar de hacerlo jamás.
Todo el elenco está muy bien, de hecho gran parte pertenece a la comunidad LGBTI:
Omar Banana me sorprende porque a pesar de su juventud posee una inocencia, una candidez que traspasa la pantalla. Necesito ver a Ana Wagener en otro registro, haciendo otros géneros, siempre que le toca ser madre, ama de casa, me sabe igual. Considero que las grandes interpretaciones de la cinta son las de Alba Flores y La Dani.
El mundo está cambiando, pero no ha cambiado todavía y por eso se hacen imprescindibles audiovisuales como “Te estoy amando locamente”