Red White & Royal Blue
Hubo un tiempo en el que todas las producciones audiovisuales LGBTI terminaban de forma trágica. Los protagonistas eran asesinados, se suicidaban, tenía SIDA o simplemente eran perseguidos.
De un tiempo a la fecha hemos sido invadidos por otro tipo de material, uno más feliz, a tal punto que pareciera una versión de Disney. Amazon estrena “Red White & Royal Blue” adaptación de la novela: Casey McQuiston dirigida por Matthew Lopez.
Tras la elección de su madre como presidente, el joven Alex Claremont-Díaz es rápidamente elegido como el equivalente estadounidense de un joven miembro de la realeza.
Segundo trabajo del realizador luego de “The Newsroom” a quien se le nota la falta de oficio. La novela obviamente fue un boom de ventas, llevarla al cine era cuestión de tiempo sobre todo para satisfacer a la comunidad que refleja, o al menos se supone que lo hace.
“Red White & Royal Blue” es una comedia romántica que no tiene ninguno de los dos elementos. Como ya es usual los protagonistas son perfectos, tienen una vida idílica, nadie los tortura, nadie les dice que deben ocultar su sexualidad.
Cuando se conocen viene siendo algo así como una especie de telenovela con hojitas que vuelan, al mismo estilo de la sosa “Glamorous”. Lo banal, lo superficial, lo sensacionalista es lo único importante en esta película, no es necesario hablar de la política, de la inclusión en estos ambientes, se pasa por alto esa visibilidad que a fin de cuentas sería lo verdaderamente importante.
Al comparar “Red White & Royal Blue” con títulos como Bros o Fire island nos damos cuenta de que están pensadas para la enajenación, en ningún momento para dejarle algo al cine propiamente gay.
Amazon no suele ser una plataforma con tan mal gusto, de hecho “My policeman” no fue una gran película, pero sí tenía un argumento interesante. Malos diálogos, cuerpos depilados, peinados de IA y la música de Bad Bunny son algunos de esos momentos que simplemente me hacen cuestionar si vale la pena leerse el libro.
En los protagónicos unos anacrónicos Taylor Zakhar Pérez y Nicholas Galitzine, no es que se vean mal juntos, es que además sus personajes son más planos que una carretera recién hecha. Solo Uma Thurman dice y hace algo creíble. “Red White & Royal Blue” no puede ser referente, no conmueve, no invita a reflexionar, es demasiada purpurina vacía de contenido.
Love Victor
En el año 2018 se estrenaba la película “Love Simon”, drama LGBTI para adolescentes millenials con ganas de salir del closet. Si aquella historia no era capaz de ser lo suficientemente adulta y no provocaba todo lo que se necesitaba era imposible pensar en un argumento vinculado a ella.
Hulu ha estrenado el spin off dirigido por Jay Karas y Amy York Rubin (“Impastor”, “Doug Stanhope: Beer Hall Putsch”) Centrada en Victor, un nuevo estudiante de Creekwood High School en su autodescubrimiento, enfrentándose a problemas en casa, adaptándose a una nueva ciudad y descubriendo su orientación sexual.
Cuando todo se le está haciendo difícil, se acerca a Simon para que le ayude a lidiar con los altibajos de su vida. Lo que faltaba en el filme es lo que permite a esta serie salir a flote y ser medianamente agradable, explota subtramas y permite más variedad. Por supuesto posee los mismos errores de “Love Simon”, incluso tiene que recurrir a elementos de la misma como la voz en off de Simon y la propia de Víctor.
No entiendo por qué siempre que se concibe una historia de homosexualidad adolescente tiende a ser tan tópica, tan fresa, tan Disney. No escapa de lo tedioso y lo redundante, pero ciertamente supera a la original. Michael Cimino, está adorable, super tierno, a ratos siento que se interpreta a sí mismo.
Quizás tenga una segunda temporada donde obviamente veremos justo lo que ya consumimos en esta primera .
Bros
¿Cómo se puede hacer una comedia LGBTI que al mismo tiempo funcione de manera didáctica? Supongo que el resultado sería algo similar a “Bros” Bobby es un presentador de podcast neurótico que acumula una cita tras otra en Tinder, incapaz de comprometerse con nadie.
Un día conoce a Aaron, un abogado que también tiene aversión al compromiso. La relación naciente será, no obstante, distinta. En la dirección Nicholas Stoller (“Malditos vecinos”, “Eternamente comprometidos”) quien apuesta por un guion que tiene buenas ideas, pero visita demasiados lugares comunes.
Si “Bros” se enfocara más en su trama principal, lo que significa ser gay, ligar y tener una relación estable, sino estuviera todo el tiempo atacando la heterosexualidad, la cinta hubiera sido redonda.
Los protagonistas tendrán una historia de amor que en cierta medida es parodia de cualquier drama romántico heteronormativo y se atreve a desempolvar la historia y a personajes que al parecer estaban en el closet.
Tiene ratos simpáticos, pero no es en esencia una comedia y si se compara con “Uncoupled”, “Queer as folk” o “Fire Island” me resulta inferior. En el reparto están Billy Eichner y Luke Macfarlane actores abiertamente homosexuales precisamente porque es una de las máximas en la actualidad, que se interpreten así mismos.
“Bros” tiene muchas referencias a la cultura que defiende, pero no es lo suficientemente inteligente para trascender.
Fire Island
Andrew Ahn se reafirma como una voz del colectivo LGBTI, su documental “Pride” fue interesante y lo mismo sucede con “Fire Island”.
Un par de amigos se embarcan en una escapada de una semana a un «famoso destino de evasión gay» en la costa sur de Long Island. No es el tipo de película que suele estrenar Hulu, digamos que esta plataforma va por las comedias heterosexuales y si acaso alguna historia con un secundario gay.
“Fire Island” es una cinta fresca, llena de alegría y positivismo, el otro lado de ser homosexual, no hay crímenes de odio, tampoco enfermedades, simplemente una fiesta.
El director está en función todo el tiempo de celebrar el orgullo, a través de los diálogos, las imágenes, el humor. Tiene momentos dramáticos, los justos, Ahn no quiere ser Ryan Murphy.
Coralmente todos los intérpretes pertenecen al colectivo. Joel Kim Booster, Bowen Yang, Margaret Cho, James Scully, Matt Rogers, Conrad Ricamora, la química entre ellos es fascinante.
“Fire Island” se acerca bastante al mundo idílico de Disney, quizás la vida real tristemente no sea así pero este filme prefiere vivir al ritmo de Donna Summer y su “Last Dance”.
Uncoupled
Neil Patrick Harris aterriza en Netflix con la peculiar serie “Uncoupled”. Michael pensaba que su vida era perfecta hasta que su esposo lo sorprendió al irse después de 17 años. Michael tiene que enfrentarse a dos pesadillas: perder a su alma gemela y, de repente, encontrarse como un hombre gay soltero de unos 40 años.
Lo apostaba todo a que este material sería un desastre, como son casi todas las comedias de la plataforma, sin embargo me he encontrado con 27 minutos disfrutables.
El guion se enfoca en las relaciones maduras, en las citas modernas, sus apk correspondientes. Funciona cuando tiene que ser sarcástica, cuando invita a reflexionar sobre cuestiones como el amor, la amistad y la fidelidad y sabe mantener un tono maduro a pesar de ser tan actual en su puesta en escena.
Lo que mejor funciona de “Uncoupled” son sus personajes, que pese en algún momento ser arquetipos, encuentran su propia voz e identidad. Nunca me ha gustado Harris, mucho menos en papeles donde haga de gay, siento que se interpreta así mismo, su Michael tiene todos los ingredientes para enamorarte, pero es por su escritura no tanto por el desempeño del actor. Tisha Campbell es la secundaria perfecta para esta serie, muy simpática.
“Uncoupled” es de los títulos raros de Netflix que siendo sencilla, sin efectos, ni 500 extras, con las escenas subidas de tono justas le hace pasar un buen rato al espectador.