Don’t look UP

No existe una plataforma que alardee más de los actores que contrata que Netflix.

Les encanta estrenar un tráiler y poster con caras famosas, donde uno tenga que analizar la posición de los nombres y rezar para que la cosa funcione.

Adam Mckay llega con “Don´t look UP”, un título digno de la plataforma: puro fiasco.

Kate Dibiasky, estudiante de posgrado de Astronomía, y su profesor el doctor Randall Mindy hacen un descubrimiento asombroso: hay un cometa en órbita en el sistema solar. ¿El problema? Que lleva un rumbo de colisión directa con la Tierra. ¿El otro problema? Que a nadie le importa. Al parecer, advertir a la humanidad sobre un mata planetas del tamaño del Everest resulta incómodo.

Con la ayuda del doctor Oglethorpe, Kate y Randall emprenden una gira mediática que los lleva desde el despacho de la indiferente presidenta Orlean y su servil hijo y jefe de gabinete, Jason, a la emisión de ‘The Daily Rip’, un animado programa matinal presentado por Brie y Jack.

Solo quedan seis meses para el impacto del cometa, pero gestionar el flujo de noticias y ganarse la atención de un público obsesionado con las redes sociales antes de que sea demasiado tarde resulta sorprendentemente cómico. ¡¿Pero qué es lo que hay que hacer para que el mundo mire hacia arriba?!

¿Qué necesidad hay de hacer una película de 2 horas y 22 minutos que presume de ser una sátira y crítica pero el espectador no se reirá ni una sola vez?

Mckay se apoya en un apocalipsis para hablar del mal manejo del estado y los medios a todos los niveles ante una inminente catástrofe.

Cualquier spoof movie del género es más simpática, divertida, nadie crea que “Don´t look UP” tiene un guion inteligente y mordaz, en lo absoluto. La realización es fragmentada, como si la cinta estuviera mal editada y montada, supongo que tiene que ver la exageración de personajes.

Analizando la trayectoria del cineasta que generalmente se mueve en la comedia a excepción de “La gran apuesta” o “Vice”, podemos decir que “Don´t look UP” es su peor trabajo. El estilo y el tono agotan, aburren. El diseño de personajes es irregular.

Leonardo Dicaprio , Jennifer Lawrence y Meryl Streep parece que estuvieran en un comercial. Ariana Grande no me la contraten para ningún otro filme, no me torturen de esa manera. Quien más creíble resulta es Mark Rylance.

Nunca llega a ser lo hilarante y absurda que debía, su reparto coral tampoco es alucinante , Netflix con “Don´t look UP” se anota otro título millonario digno de varios Razzies.

The Prom

Para momentos oscuros, tristes y sin esperanza, una película colorida, llena de alegría y música, Ryan Murphy regresa al género que más le gusta junto a Netflix en “The Prom”.

Una chica de Indiana no puede ir a su graduación porque quiere ir con su novia, y un grupo de actores de Broadway acude a su rescate.

Creo que el productor es de los pocos artistas que pese a estrenar en esta plataforma, es dueño total de su trabajo y por eso siempre sorprende favorablemente. “The prom” es la adaptación de una obra de Broadway que lleva el mismo nombre, de ahí su extenso metraje de 2 horas y 12 minutos.

A primera vista saltan las alarmas de que es una secuela de Glee, pero nada que ver, “The Prom” está más cerca de la infravalorada “Cats” de Tom Hooper. El director vuelve a hablarnos de aceptación, inclusión y respeto, sabemos que siempre ha luchado por los derechos LGBTI y su obra lo refleja

“The Prom” convierte una historia común y simple en una cinta luminosa, comercial y algo superficial si se quiere, pero que se agradece.

Mejor que “High school musical” y “I love Simon”, además mira a la fama de manera paródica, se burla del mundo del espectáculo y nos divierte.

Murphy es conocido por elegir repartos conocidos y millonarios. Meryl Streep, ya ha cantado en “Mamma Mia”, en “El bosque” y en “Ricky and the flash”, le toca el rol de la matriarca del grupo.

James Corden, presentador de tv y que también ha incursionado en el canto, me sabe mejor fuera de la actuación. Nicole Kidman, ya tiene experiencia en el género, tristemente es un secundario, pero su escena de homenaje a Bob Fosse es sublime. Andrew Rannells y Kerry Washington también tienen grandes momentos. Más allá de esta constelación de estrellas hollywoodenses, la verdadera sensación del filme es la debutante Jo Ellen Pellman, su actuación, su voz, encantan.

Sin estar a la altura de “The greatest showman” o “Mary Poppins”, “The Prom” es el musical que necesitaba Netflix y este mundo pandémico, un canto al amor y la diversidad.

The laundromat

Casi no llega a la pequeña pantalla, ya que Netflix fue demandada y el bufete en cuestión pidió retirarla de la plataforma, sin embargo esto no ocurrió y ya he podido ver lo último de Steven Soderbergh, “The Laundromat”.

Una viuda investiga un fraude al seguro. Todas las pistas conducen a dos abogados de Ciudad de Panamá que se benefician de las lagunas del sistema financiero mundial…. Película sobre los llamados “papeles de Panamá”, investigación periodística del 2017 en la que tras un filtración de un despacho de abogados se desveló que importantes personalidad mundiales tenían patrimonio no declarado en bancos de Panamá, paraíso fiscal.

No cabe duda que el cineasta indicado para dirigir una película de este tipo no era otro que Soderbergh pues ha demostrado a lo largo de su carrera su peculiar visión de la realidad, sobre todo cuando caricaturiza.

“The Laundromat” que se exhibió en Venecia y que no convenció del todo a la crítica, me parece lo mejor del canadiense desde “Detrás del Candelabro”.

Soderbergh ha regresado a sus raíces, últimamente se había vuelto demasiado experimental y “Perturbada”, “High Flying Bird” y la serie “Mosaic” me habían parecido un fiasco.

La historia de la película por sí sola podía volverse plomiza e inadaptable, sin embargo con tan solo una hora y media somos capaces de adentrarnos en el mundo de la corrupción y de la obsesión por ganar dinero.

Narrada en primera persona con voz en off mediante el montaje paralelo y por capítulos, “The Laundromat” se vuelve cínica, una sátira sobre el poder desde una mirada humorística sin dejar de lado la seriedad del hecho. El realizador mantiene el ritmo, mueve la cámara tratando de ser realista y a ratos se asemeja a una obra teatral.

Los personajes al igual que en la saga “Ocean’s Eleven” o “La suerte de los Logan” nunca se presentan de forma tal que el espectador tenga que enjuiciarlos o cuestionarlos.

El reparto, muy bien escogido, al menos Meryl Streep y Gary Oldman, ofrecen grandes interpretaciones, saben manejar los cambios bruscos de registro, Antonio Banderas no está a la altura.

Los papeles de Panamá fueron un escándalo que merecía una película y solo Steven Soderbergh podía ejercer la tarea con medalla de oro, si alguien lo duda fíjense en los últimos 10 minutos, pura genialidad de metacine.

Florence Foster Jenkins

Cuando un actor es capaz de moverse en diferentes géneros, variar su registro y aun así continuar sorprendiéndonos, ese es grande.

Meryl Streep demuestra una y otra vez que está más en forma que nunca y vuelve bajo las órdenes de Stephen Frears en el drama biográfico “Florence Foster Jenkins”.

La protagonista hereda una gran fortuna y cumple su sueño de estudiar canto para ser soprano. Su talento era tan escaso que los que acudían a sus conciertos solo buscaban comprobar si realmente era tan mala como opinaba la crítica.

El filme despierta curiosidad desde su poster al ver el nombre de su protagonista y porque a Stephen Frears se le recuerda gratamente por “Las amistades peligrosas” y “Philomena”.

“Florence Foster Jenkins” es una cinta agradable, singular y fresca, partiendo de una historia real que resulta desde cierto punto incomprensible.

Sobra decir que la ambientación, la fotografía y el vestuario están perfectamente cuidados y que hacen aún más creíble el relato. La banda sonora corre a cargo de ese maravilloso músico que es Alexandre Desplat, nombre reconocido en el medio por su talento.

Streep dueña y señora de la cámara, como alguien que cantó de manera increíble en “Mamma Mía” y en “Into the Woods” es capaz de desdoblarse y desafinar en este personaje sencillo, es maestría. En el papel de su vida, Hugh Grant, olvidamos todo lo mediocre que hizo hasta la fecha y recibimos con alegría esta interpretación. Simpático personaje el encarnado por Simon Helberg, sin dudas el complemento perfecto de la historia.

“Florence Foster Jenkins” es de esas cintas que huelen a nominación y probablemente a premio, el material de Frears tiene a su favor el protagónico de lujo lo cual le da mucho más valor.