Smile 2
Parker Finn estuvo a cargo en el 2022 de una de las películas de terror que sorprendió para bien a los fans: “Smile”
Como es usual en Hollywood y sobre todo en el género, llega ahora la secuela con el propio cineasta repitiendo detrás de cámaras.
La estrella del pop mundial Skye Riley está a punto de embarcarse en una nueva gira mundial cuando empieza a experimentar una serie de sucesos cada vez más aterradores e inexplicables. Angustiada por la espiral de horrores y la abrumadora presión de la fama, Skye tendrá que enfrentarse a su oscuro pasado para recuperar el control de su vida antes de que sea demasiado tarde.
Es diferente en concepto, ritmo y forma, más lenta, sangrienta y al mismo tiempo más comercial. Funciona, y aunque no está al nivel de la original, sí creo que es una secuela que sabe lo que quiere y hacia donde debe ir. Hay una mezcla de Gaga, Taylor y Spears en el personaje principal. Finn en “Smile 2” no solo ofrece unas secuencias coreografiadas que aterran, sino que también critica a los famosos, lo que significa ser estrellas tanto para ellos, la familia y claro, los seguidores.
Una segunda parte que no es tan genérica y que encuentra sus secuencias de muerte y morbo de manera original.
De protagonista Naomi Scott, ni siquiera recordaba que fue Jazmín en el live action de Aladino, ha hecho un trabajo actoral bastante creíble.
Probablemente venga otra entrega, la puerta está abierta, ojalá que Finn busque los orígenes del demonio y la convierta en precuela.
Emilia Pérez
Jacques Audiard es un cineasta bastante ecléctico, lo mismo te filma un dramón como “De óxido y hueso”, un western como “Los hermanos Sisters” y hasta una serie como “Oficina de infiltrados”
Lo que sí queda claro en su discurso es que siempre vuelve al cine social, por eso ahora “Emilia Pérez” es como la cúspide de esa crítica.
Sobrecualificada e infravalorada, Rita es una abogada de un gran bufete que un día recibe una oferta inesperada: ayudar al temido jefe de un cartel a retirarse de su negocio y desaparecer para siempre convirtiéndose en la mujer que él siempre ha soñado ser.
En Cannes deslumbró y realmente es de esas ideas originales que tanta falta hacen en el cine actual. Un filme musical donde Audiard habla sobre la identidad, la violencia y reivindica al colectivo trans.
“Emilia Pérez” no es otra historia de narcos, asesinato, sangre y violencia; al contrario, es rara y después de sus casi 3 horas, nos acostumbramos a los números musicales y solo queda dejarse llevar.
A destacar el diseño de producción, montaje y edición y la banda sonora de Paul Guilhaume.
No recuerdo una Palma para tres actrices. Karla Sofía Gascón tiene un primer momento como Manitas del Monte que es donde más alcanza lo histriónico, luego ya en la transición me ocurre lo mismo que con otras actrices trans, siento que solo se interpretan a ellas mismas. Zoe Saldaña una vez más demostrando lo gran actriz que ha sido siempre, ahora cantando, bailando y hablando en español. El caso de Selena Gómez es como Lady Gaga en el “Joker 2”, se necesitaba una cantante , famosa y con seguidores para poder llegar a un grupo determinado.
“Emilia Pérez” tiene todo lo que gusta a la Academia, era lógico que Francia la enviara a competir por la estatuilla.
Hay que verla porque pocas cintas tienen esa mezcla de denuncia tan increíble.
Megalópolis
La primera ocasión en la que Francis Ford Coppola intentó abordar el proyecto Megalópolis se remonta a comienzos del año 2001 donde llegó a filmar hasta 30 horas de metraje inédito. Sin embargo, meses más tarde, los trágicos atentados terroristas del 11-S pararon la producción.
Quiso retomarlo en el 2007, pero no obtuvo financiación. El guion quedó en el limbo durante más de una década, pero Coppola se propuso filmar definitivamente el proyecto que le llevaba obsesionando durante 40 años, vendiendo gran parte de sus viñedos para inyectar los 120 millones de dólares de presupuesto inicial del filme.
Afortunadamente ya hemos visto la cinta, tan mal recibida por el público, no es para menos, una pelicula así no se encuentra en estos tiempos.
Una fábula épica romana ambientada en una América moderna imaginada. La ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina, un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero, que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. Dividida entre ellos está la socialité Julia Cicero, la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido su lealtad, obligándola a descubrir lo que realmente cree que la humanidad merece.
Estuvo Nominada a Palma de Oro en Cannes y en el certamen dudo que se proyectara otra cinta igual.
Después de tantos ataques, de un tráiler con críticas falsas, de las denuncias de acoso al propio director y de los comentarios del caótico rodaje creo que Megalópolis es un delirio y al mismo tiempo la añoranza de una época cinematográfica que no volverá.
Que una película actual dure 3 horas no es novedad pero que no te aburra y no quieras irte sí es algo poco común, aquí ocurre exactamente esto.
En la película todo es tan colosal, tan delirante, que no puedes dejar de mirar y reconocer que Coppola sigue siendo un maestro.
Los que piensen que esto será como “El padrino” o “Apocalipsis now” les informo que estamos ante una fábula de ciencia ficción altamente política y desmesurada.
El guion con su analogía a Roma simplemente se refiere a los EU actuales y al mundo en general, una idea que va desarrollando a través de algunas secuencias humorísticas y hasta musicales.
Visualmente la puesta en escena es arrolladora, el diseño de producción es un escándalo, todo lo que se refiere al vestuario, maquillaje y escenografía es puro cine clásico.
“Megalópolis” no puedes encerrarla en un género, en un concepto, es una obra inclasificable, que puedes odiar o que puedes amar como algo único y transgresor.
Coralmente en la cinta vemos a Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza. Es curioso como cada uno de ellos se toma en serio lo que hace, aunque no siempre logren sus mejores momentos.
Quizás “Megalópolis” sea la despedida de un maestro, tal vez ya no filme nada más, pero se ha hecho un autohomenaje, se ha impuesto a las compañías, al cine comercial y solo por eso merece ser vista.
A different man
Aaron Schimberg dirigió en el 2018 “Chained for Life” una película que hablaba del cine y de la identidad. Siguiendo esa misma tesis ahora estrena “A Different Man”
El ambicioso actor neoyorquino Edward se somete a una intervención quirúrgica radical para transformar drásticamente su aspecto. Como resultado, muchas cosas cambian en su vida y, sin embargo, todo sigue perturbadoramente igual. Aunque haya cambiado exteriormente y pueda empezar una nueva vida, sigue siendo quien es y no quien quiere ser. Entonces se pierde el papel de su vida y su nuevo rostro de ensueño se convierte en una pesadilla
Con el beneplácito de A24 y nominaciones en Sitges y Gotham, esta historia es de lo más curioso que se puede ver este año. El humor negro y la sátira están presentes a lo largo de toda la obra, bastante teatral, con elementos de meta ficción.
Los movimientos de cámara, la banda sonora de Umberto Smerilli y el giro de guion inesperado hacen de “A Different Man” una fábula que invita a pensar sobre cada uno de nosotros, sobre lo que somos para nosotros mismos y para los demás.
Me recuerda a el Hombre elefante, tiene elementos de ciencia ficción, de terror y esa mezcla Schimberg la maneja muy bien, sabe cómo equilibrar el drama.
Este 2024 que ha sido eclipsado negativamente por la sobrevalorada “The substance”, encontrar una cinta como “A Different Man” me parece que debería ser motivo de más debate.
Sebastian Stan, el hombre del momento, se embarca en un viaje psicológico y físico igual de interesante y complejo que en “The Apprentice”, en un futuro quizás sea un actor sólido.
Adam Pearson repite con el realizador y es de esos actores que da visibilidad a una enfermedad que él mismo padece, esto no es usual en Hollywood.
Hay que ver “A Different Man”, pocos filmes te dejan la sensación de haber asistido a algo insólito y bello.
Celeste
Movistar+ estrena una de las series más inteligentes y de crítica social de este año: “Celeste”
Sara Santoro, una inspectora de hacienda que se encarga de la recaudación de impuestos. Después de más de treinta años trabajando para la Agencia Tributaria, Sara está a punto de prejubilarse. Sin embargo, un encargo de última hora le obliga a posponer sus planes.
Teniendo en cuenta que el director es Diego San José el mismo responsable de la saga “Vota Juan” todo tenía que girar en torno a la política. La serie no es una comedia, no es humor negro y tampoco parodia, es un estudio de personaje con un conflicto de fondo que da título y que ni siquiera es lo verdaderamente importante.
El personaje de Sara es una antiheroína, una mujer con una soledad extrema, una vida llena de hastío, mala relación con su hija y que el único sentido que le encontrará a su existencia será demostrar que Celeste es una delincuente.
La puesta en escena es minimalista, el entorno donde vive y traba Sara, su vestuario todo explica bien su forma de ser a nivel psicológico.
No estamos ante una protagonista graciosa, joven, ella no es Celeste, el guionista hace una radiografía de lo que significa envejecer y lo hace desde la perspectiva de una trabajadora de hacienda algo que tampoco habíamos visto nunca en la tv.
Poseída Carmen Machi ante un reto importante en su filmografía donde no tiene chistes de apoyo, ni rastros de “Aida”.
Diego San José tiene un sello y a medida que crea vemos que su manera de abordar la realidad española es cada vez más original, “Celeste” es otro sí.
Mamen Mayo
Silvia Abril, Pablo Capuz, Mona Martínez son los principales en la serie “Mamen Mayo” escrita y dirigida por Eduard Sola.
La historia sigue a Mamen Mayo y su equipo de mediación en su intento por resolver los conflictos de intereses dentro de familias enredadas en disputas por herencias.
Una plataforma que no tiene tanto contenido en su catálogo y que sin embargo nos ha regalado con esta propuesta una historia refrescante sobre el mundo de las herencias y testamento nunca antes visto.
Con una duración de 30 minutos, cada capítulo es diferente, es un caso que nos regalara momentos realmente hilarantes.
Sola apuesta por el recurso de la “Cuarta Pared”, al igual que ocurría en “Supernormal”, y en otras series recientes.
Resulta interesante que no solo la protagonista sea el personaje gracioso o que cargue con los chistes, sino que los secundarios son fundamentales en la escena.
Silvia Abril siempre es ella, pero en esta ocasión no sé si es el guion o la dirección pero probablemente sea el mejor trabajo de su carrera. De Mona Martínez ni hablar, es un camaleón, ya lo ha demostrado. El desconocido Pablo Capuz es un actor que llegará lejos.
“Mamen Mayo” es la típica serie que te sientas a ver sin esperanzas y terminas riéndote como no imaginaste.
La profecía
A la espera de la tercera entrega de “Dune”, HBO Max estrena “La profecía”.
Ambientada 10.000 años antes, sigue a las hermanas Valya y Tula Harkonnen en su lucha contra las fuerzas que amenazan el futuro de la humanidad y en la creación de la legendaria secta conocida como las Bene Gesserit.
Dirigida por Diane Ademu-John para entender un poco la historia es necesario ver el trabajo previo de Villeneuve o quizás leerse la novela.
Esta obra de ciencia ficción siempre ha rebosado de complejidad, porque tiene muchos personajes, conflictos y cada elemento significa algo. Al igual que en las películas hay un cuidado diseño de producción y aunque no sea tan épica o colosal, porque no tiene que serlo, posee esa sobriedad de un trabajo serio.
“Dune Profhecy” parte de una tesis feminista de un futuro liderado por ellas, algo muy avanzado para ese imperio. Es interesante y meritorio que la directora mantenga el tono y una conexión narrativa y estética con las películas que no siempre se logra. Dentro de las series de ciencia ficción de los últimos años una obra de este nivel es bastante atípica
El único defecto sería el nivel actoral que es bastante irregular. Emily Watson es la única que con más experiencia se enfrenta a unos Travis Fimmel, Mark Strong, Jade Anouka y Chris Mason que no me dan credibilidad.
Veremos cómo avanza, pero el viaje me parece que será estimulante.