Tras la búsqueda, digitalización y restauración de películas, a los jóvenes cineastas Josué Gómez, Lucía Malandro, Daniel Saucedo y el crítico e investigador Fabio Quintero, varias obras del Cine Club Cubanacán les han resultado de particular interés, entre ellas estos tres documentales: "La cruz de mayo", de Miguel Secades y Miguel Garcia ( 1984), autores también de “Nace una plaza”, (1988) y “Una tradición centenaria”, de Miguel Secades y Rudy Reyes (1990).
Ellas ofrecen la tradición de los altares que veneran en el quinto mes la cruz cristiana, con sus características locales; la fastuosidad de las parrandas en la región central, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, y cómo se hizo con participación popular y de expertos el Conjunto Escultórico Monumental Ernesto Guevara, en Santa Clara, obra de trascendencia mundial.
Esta nueva experiencia de los Archivistas salvajes fundamenta su interés en la preservación y difusión del patrimonio cinematográficos cubano procedente del cine aficionado.
Justo será también un homenaje a Miguel Secades, quien fuera uno de los más soñadores y emprendedores artistas del Club santaclareño que también presidió, y a quien se dedicará la edición 41 del Festival de Invierno el venidero noviembre.